“La cara oculta de la luna” (Die dunkle Seite des Mondes), es un confuso thriller psicológico, dirigido por el alemán Stephen Rick (The Good Neighbour, la serie televisiva Allein gegen die Zeit, en antena desde 2010) y protagonizado por Moritz Bleibtreu (“Corre Lola corre”), Jürgen Prochnow (“El código Da Vinci”, “La consecuencia”) y Nora von Waldstätten (“Personal Shopper”, “La vida eterna”).
El guión de la película está basado en la novela policiaca, del mismo título, del autor suizo Martin Suter, un best-seller mundial de 2000 que solo en Alemania vendió más de un millón de ejemplares (lo que estos tiempos de lo digital es mucho vender).
Abogado multimillonario en una compañía farmacéutica de prácticas dudosas, y especialista en la fusión empresas, Urs Blank atraviesa por una crisis de confianza en sí mismo cuando entabla una relación adúltera con la joven Lucille, que le ofrece un mundo diferente: el de la psicodelia a partir del consumo de setas alucinógenas que acaban transformando su personalidad y haciéndole perder el control, sacando lo peor de su interior, cargándose su brillante carrera y llevándole a refugiarse en un bosque mientras le busca la policía.
“Había muchos aspectos interesantes en el libro –dice el realizador Stephen Rick-, pero lo que me interesó sobre todo fue el viaje que hace el personaje, Urs Blank, de hombre de negocios a hombre de los bosques, y la manera en que pierde el control de su vida. Esa forma en que lucha consigo mismo, y con us pulsiones agresivas, cada vez más continuadas y menos controladas, tras ingerir la droga”.
Para el protagonista Moritz Bleibtreu, que interpreta a ese hombre que descubre la cara oculta de su personalidad, «hace cosas que no quiere hacer, pero afortunadamente tiene una conciencia. Y a partir de un momento sabe que no hay escapatoria. Y entonces todo gira en torno a su enfrentamiento con el diablo”. Yo más bien diría que con el lobo –omnipresente y simbólico- que aparece cuando la luna muestra su cara oculta.
Estamos ante un thriller urbano denso y formal, muy “hollywoodiano”, ambientando en esa parte de la sociedad moderna donde el dinero es el rey. Ante una película que saca a la luz el poder de los dirigentes de las multinacionales y sus agentes destacados, los abogados de negocios. “Lamentamos un happy end inverosímil que obedece a los imperativos de una moral normativa” (avoir-alire.com)