Bajo el lema, «Enseñar con libertad, empoderar al los docentes», se celebra este año el Día Mundial de los Docentes desde 1994; fecha en la que se comenzó a reinvidicar la educación gratuita, universal y de calidad para todas las personas. Este día fue elegido ya que de forma conjunta se celebraba en la UNESCO la condición del Personal Docente que fue aprobada en 1966.
Profesionales que tienen una buena formación académica y de valores que deben estar amparados por las organizaciones, el estado, los padres y el conjunto de la ciudadanía en quienes delegan la formación, educación y desarrollo de las personas que sacan adelante. Los docentes enseñan no solo conceptos, materias y conocimientos sino pautas de ética y moral que les acompañará a los niños y jóvenes para siempre. Funciones que no siempre están descritas pero que suceden cuando los padres delegan en la escuela parte de la formación que debiera aprenderse en el hogar. Una labor encomiable, no siempre reconocida y en muchas ocasiones cuestionada.
La docencia continúa en la universidad y de igual forma, no se valora la capacidad de análisis, de rigor y de conocimiento que se les traslada a los futuros profesionales cualificados. Siguen siendo materias y todas se pueden encontrar en internet. La clave es quién las imparte y cómo; qué valores nos inculca y cómo nos motiva para aprender el resto de las cosas que no aparecen en los capítulos del libro. Eso es la docencia; eso es ser docente.
La UNESCO ha valorado la necesidad de que sigan existiendo maestros ya que se prevé que en 2030 hagan falta aproximadamente 70 millones de docentes. Actualmente existen 800 millones de adultos que son analfabetos; cifra que seguirá aumentando si no ponemos de nuestro lado a los maestros.
A la hora de valorar cómo son los profesores, aún hoy, los que imparten educación infantil son considerados maestros de segunda y desde la Asociación Mundial de Educadores Infantiles se cree que se debe llegar a un pacto de estado educativo para que se promueva la igualdad entre todos los niños en todos los ciclos. Casi un 85 % de los profesores califican de malo o muy malo el apoyo que reciben de la administración y el 80 % cree que no están siendo valorados por las familias. Comenzar con una buena educación desde los tres años les hará ser personas que puedan elegir, que sean capaces de distinguir, y que puedan ejercer con su formación una carrera vital. Todo comienza con la educación, todo termina con ella.