Hay fotos para la historia. El drama de África –tragedia en ocasiones- está proporcionando unas cuantas, desde la valla de Ceuta y Melilla o desde las pateras, prácticamente a diario. Pero voy a señalar tres, divulgadas amplísimamente por TVE. Las del día de los quince muertos, pobres muertos que nunca serán una prioridad para nadie, solo un daño colateral. Unos días más tarde, unas fotos terribles, de africanos que han cruzado esa valla que ya forma parte de la historia de la infamia, ensangrentados por esas cuchillas disuasorias y sin embargo contentos de haberlo conseguido.
Pero la que me ha producido mayor repugnancia ha sido la de la reunión en Bruselas de los líderes de la UE y de 41 líderes africanos.
Si poco se puede esperar de la UE, representante en buena parte de los intereses de las potencias occidentales, responsables de la neocolonización y neopatrimonialización africanas, responsables de ese fenómeno sociológico al que dió nombre en el año 2000 el profesor Patrick Chabal, ‘enriquecimiento sin desarrollo’ en la revista Pueblos. Enriquecimiento de empresas neocolonialistas y de gobernantes africanos corruptos, muy convenientes para las primeras. Expoliadores de los ingentes recursos minerales africanos, de bosques tropicales y ecuatorial, de recursos pesqueros, sin que nada de eso suponga jamás el menor desarrollo socioeconómico para tantos pueblos que por el contrario cada vez se empobrecen más, hasta llegar a los extremos que la ciencia audiovisual pone cada día ante nuestros ojos aburguesados e insolidarios. Hasta hoy, nadie ha salido a la calle en nombre de esa nueva forma de esclavitud, a reivindicar sus derechos a ser tratados como seres humanos, tomar partido por ellos, a gritar que muchos de ellos vienen de países muy ricos, con líderes políticos y militares multimillonarios y pueblos tan o más desesperados que aquellos que eran encerrados en sentinas de buques para ser llevados encadenados al nuevo mundo. No está suprimida la trata de esclavos, por más que ésta desapareciera documentalmente hace casi dos siglos. Simplemente se ha transformado en lo que está sucediendo desde hace años, cada vez a mayor escala ante nuestros ojos.
En esa reunión de Bruselas, Teodoro Obiang no ha sido el único tirano. 41 líderes de los 53 estados miembros de la Unión Africana han estado ahí, doce no han considerado necesaria o interesante su presencia, entre otros Zimbabue**. En la práctica, no hay un solo país africano que haya aplicado integral e igualitariamente el derecho a la educación, el primero en el que reside el desarrollo social de los pueblos. Eso sin hablar de género. Por muy buenas intenciones que ahora diga tener la UE – que aún no ha implementado ninguna de sus diez resoluciones para África de 2005- al final en la práctica, se van a reducir a como impedir la entrada ilegal de africanos a Europa a través de sus dos países frontera, España e Italia, hay que contar con que nada se puede esperar de esos líderes africanos para mejorar la situación de sus pueblos, para crear un auténtico desarrollo que haga innecesaria la trágica migración desesperada, de supervivencia en mínimos. Y hablamos de los que migran, lo mejor de cada casa, gente generalmente con estudios o profesión. La mayor tragedia, la de los que no pueden ni intentar migrar, es la que no vemos. Como tampoco vemos la migración horizontal, que es la mayoritaria. En realidad, en porcentajes, la migración a Europa sigue siendo mínima ***
España reconoce que no se pueden poner puertas a la desesperación, que lo necesario es crear la condiciones básicas para que esta situación deje de producirse y pretende que ésto sea reconocido por el conjunto de los 28 países de la UE en esta reunión. Me creo la buena intención y el reconocimiento, pero no encuentro razones para creer en su fiabilidad en esta ocasión, que se convertirá me temo en una de tantas. Aparte de resoluciones pasadas fallidas de la UE ha habido otros intentos. En 1994 alcanzó gran auge la Plataforma del 07, aquel movimiento que pedía un 0,07% del PIB para crear recursos en países migrantes africanos de entonces. Mas que por ellos es por nosotros, era uno de los slóganes. De esto hace ahora veinte años y aquello que fue una especie de profecía cobra todo su sentido en este 2014.
No va a ser fácil reconvertir a los líderes de la Unión Africana en auténticos demócratas comprometidos con el desarrollo socioecómico de sus pueblos, empezando por el derecho a la educación. No va a ser fácil renunciar, ni por esos líderes ni por los beneficiarios europeos a los pingües recursos económicos que les producen las riquísimas extracciones minerales –petróleo, gas, fosfatos, uranio, carbón, cobre, diamantes, esmeraldas, oro, platino, manganeso, cobalto, níquel, cromo, plomo, zinc, el fabuloso tantalio o coltán, así como a la degradación de los bosques tropicales y del bosque ecuatorial… y tantos otros****
El mundo en que vivimos es el que es y esto no tiene visos de cambiar a corto plazo, entre otras razones porque el empobrecimiento de los africanos tiene efectos positivos en las llamadas sociedades del bienestar del mundo occidental.
En realidad, nuestro mundo neocolonialista tiene buenas razones para temer ese cambio de tendencia que dice querer propiciar en el continente africano. El cambio de tendencia llegará producido por la propia situación insostenible que ya estamos viviendo. Y si el mundo occidental no contribuye fehacientemente a ese cambio se arrepentirá de haber renunciado a esa responsabilidad.
Notas:
- ** Ver lista de estados miembros de la UA en el documento Member states of the African Union, con descripción exhaustiva de descolonizaciones, miembros de la Commonwealth, tipos de régimen político actual, gobiernos más corruptos. El número de autocracias en la práctica es muy significativo.
- *** Ver informe Migraciones africanas hacia Europa. 2006-2008. Cruz Roja Española.
- **** Ver Informes 2013 sobre África de Amnistía Internacional y del WIR (Informe Mundial de Inversiones)