La pieza de este mes de septiembre en el Museo de Cáceres (plaza de las Veletas) la forman dos trebejos de ajedrez, un peón y una torre, elaboradas con huesos de un gran mamífero de la etapa almorávide del siglo once, antes de la conquista cristiana de la ciudad que se llevó a cabo en el siglo trece.
Hay que recordar que las piezas de ajedrez con un estilo islámico de carácter abstracto se usaron en Europa hasta los siglos once y doce. El ajedrez (satranj en árabe, chatrang en persa) llegó a través de los musulmanes a la Península Ibérica, en lo que fuera Al-Andalus, a partir del siglo IX. Algunos califas andalusíes poseían tableros de maderas preciosas, hueso y metal que incluso se relacionan en varias leyendas.
En cuanto a las piezas de Cáceres, el peón (baydaq en árabe, baizaq en persa), presenta «una forma cónica rematada por un pequeño casquete piramidal y una base circular y plana para asegurar su posición vertical sobre el tablero. La superficie, sin decoración, está pulida y deja al descubierto la estructura cavernosa del hueso».
La torre (bory en árabe, rujj en persa) por su parte, «está elaborada a partir, posiblemente, de una escápula o cadera de un animal. El cuerpo es troncocónico y rematado por dos almenas, que han sido recortadas y talladas en el hueso. La base es rectangular e igualmente plana como el peón. La superficie está decorada con tres perforaciones circulares y una serie de círculos concéntricos organizados en grupos de tres, hechos mediante taladros o punzones».
«Con un material tan accesible como el hueso, es posible que estas dos piezas fueran obra de un artesano local; ambas proceden del abandono de una vivienda en la cual también se documentaron varios tableros de alquerques tallados en el umbral de la casa» explican desde el Museo.
El Museo de Cáceres, ubicado en la plaza de las Veletas, cuenta con tres secciones en que se distribuyen las salas: Arqueología, Etnografía y Bellas Artes, además de contar con la presencia de un histórico aljibe andalusí.
Casa Museo Árabe
Otra cita destacada en Cáceres, cuyo centro histórico es patrimonio de la humanidad por la Unesco desde 1986, es su Casa-Museo Árabe ‘Yussuf Al Burch’. Se trata de una de las escasas muestras de la arquitectura árabe existentes en la ciudad y ubicada en la Cuesta del Marqués.
El antiguo propietario del edificio, José de la Torre Gentil, dedicó una década a restaurarlo, tras adquirir el inmueble en la década de los años sesenta. Sus actuales gerentes son herederos del fundador, que era un amante del arte islámico y la historia.
Se inauguró en 1976 acudiendo el entonces embajador de Irak, país que aportó réplicas de piezas del museo de Bagdad y monedas del siglo doce.
El museo de dos plantas hace un recorrido con gran rigor histórico de una vivienda musulmana. Así, cuenta con cocina, aljibe y alacena. Hay un zaguán con un acceso a través de un arco mudéjar con arabescos que recuerda los dinteles granadinos que da paso a la sala del té, profusamente decorada con damasquinados, alfombras y libros religiosos.
En la Sala de Armas se exhiben piezas utilizadas en la época, como dagas y cimitarras; algunas de estas piezas fueron halladas en la casa y otras donadas, entre otros, por el alcalde de Alhucemas.
Hay un patio, aljibe, hamman, además de un espacio reservado para mujeres o harén en la planta superior.
Como curiosidad se afirma que la casa está encantada, con un halo de misterio e incluso programas de parapsicología se han acercado a la misma.
Durante su larga restauración el propietario contó con la colaboración del profesor iraquí Kais Bakir Camal Al-Deen, quien murió luego ahogado