Un estudio hecho público en Estados Unidos abre una nueva vía en la ya larga experiencia terapéutica y de tratamiento preventivo de enfermedades por parte del más que milenario juego del ajedrez, como sucede con el Alzheimer, casos de discapacidad, accidentes cardiovasculares o el TDAH.
Según los datos del Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos cerca del 5 %, en concreto un 4,7 % de personas adultas, ha experimentado un trastorno de pánico en su vida, la mayoría mujeres.
Durante el ataque, el paciente experimenta síntomas como dificultad para respirar, fuertes palpitaciones en el corazón (taquicardia) y disfunción abdominal, dolor en el pecho o estómago. Se puede producir por diferentes causas, desde ansiedad social hasta miedo a las alturas, a perder el control u otros factores que provocan estos síntomas.
Las estrategias de prevención incluyen la terapia cognitiva conductual (TCC) y fármacos antidepresivos, los Inhibidores Selectivos de la Recaptación de la Serotonina (ISRS) que ha sido un tratamiento usado contra los trastornos del pánico durante más de veinte años. Así, tras prescribir 20 miligramos de fluoxetina a un grupo de 30 personas con edades entre 18 y 62 años, después de ocho semanas, casi la mitad, un 48 % dejaron de tener estos ataques.
La novedad figura en un estudio publicado en el Asian Journal of Psychiatry que afirma que jugar ajedrez a través de una aplicación de un teléfono inteligente es efectivo en estos casos.
Aunque los ensayos son iniciales el método ha dado importantes y prometedores resultados. Así, se señala que se deben usar los niveles 2 y 3 “los más efectivos para el tratamiento”. Hay que aclarar que los niveles van desde el inicial, el 1, o sea para principiantes del ajedrez hasta el 10 ó 12 –depende de la aplicación- donde se va mejorando y se aumenta el nivel. Normalmente a partir del 10 es un nivel semiprofesional, más de 2100 puntos Elo.
Se trata así, usando el ajedrez, que la persona vaya sorteando dificultades y “es eficaz para regular los niveles de ansiedad”.
Entre las conclusiones se encuentra que al iniciarse en los niveles 1 al 3 no se juega demasiado rápido y es a partir del nivel 3 cuando se empieza a vacilar y se produce angustia y ansiedad mental.
Otro dato es que el ajedrez sirve como distracción y aleja los ataques de pánico más que otros entretenimientos que no fueron tan efectivos como, por ejemplo, ver la televisión o salir a pasear.
Por último, se indica que hay otros enfoques, además de la aplicación telefónica, como jugar cara a cara, pero una vez que los síntomas disminuyen y se pasa a un entorno más recreativo. Esta terapia puede analizarse para seguir el proceso del paciente mientras juega.
La conclusión final del estudio es que la terapia con ajedrez “con el nivel adecuado de dificultad puede recomendarse como un método no farmacéutico muy eficaz para el tratamiento de los ataques de pánico”.