Aunque pueda parecer una cuestión disparatada lo cierto es que existe una relación entre las conocidas albóndigas suecas (köttbullar en su original sueco) y el noble juego del ajedrez. Es el rey Carlos XII de Suecia (1682-1718) el que unió ambas actividades gracias a su estancia en el exilio durante cinco años en el entonces Imperio Otomano.
En abril de 2018 el Gobierno de Suecia hizo público en una red social algo ya conocido, las albóndigas están basadas en una receta que el rey Carlos XII trajo de Turquía. De hecho, las tomaba en bocadillo o en la fika, la pausa del café.
Al principio las tomaban las clases acomodadas, pero la introducción de la picadora de carne y la llegada de estufas de madera en el siglo XIX popularizaron el plato y en los hogares se desplazó al almuerzo como comida principal dejando la costumbre inicial del bocadillo.
Carlos XII, llamado ‘Carolus Rex’, ‘El León del Norte’ y ‘El Alejandro Magno del Norte’, fue monarca de Suecia entre 1697 y 1718. Participó en la Gran Guerra del Norte (1700-1721), un conflicto entre Rusia y Suecia donde ganó la batalla de Narva en 1700, pero tras la derrota de Poltava se refugió en los territorios otomanos que regentaba el sultán Ahmed III (1673-1736) y vivió en el exilio en Bender, -también conocida como Tighina, actual Moldavia- desde 1709 hasta 1713.
El rey llevó a su país, además de las albóndigas, varios productos turcos como el café y el repollo relleno, kåldolmar, en sueco. Al rey Carlos XII de Suecia se le conoce como ‘Demirbaş Şarl’ en Turquía. Por cierto, la ciudad turca de Inegöl es conocida como la capital de las albóndigas –conviene aclarar que la receta de las turcas es diferente a las suecas-.
Las conocidas albóndigas suecas básicamente están compuestas por una combinación de carnes, incluyendo cerdo, y se sirven con patatas hervidas o en puré con salsa de arándanos rojos. Son un elemento básico en las comidas de Navidad.
La destacada empresa sueca de muebles IKEA sirve en sus restaurantes un total de dos millones de albóndigas al día en todo el mundo. Por cierto, hay un día de la albóndiga, que se celebra en Suecia el 23 de agosto.
Partida de Ajedrez
Por otro lado, era muy conocida la pasión del rey por el ajedrez, solía jugar con el noble y militar polaco Stanislaw Poniatowski (1676-1762) y el general y barón sueco Christian Albert Grothusen (murió en 1714) aunque jugaba también con otros oficiales.
El rey Federico II El Grande (1712-1786), en un escrito de fecha 23 diciembre de 1740, señalaba que era “como el Rey del ajedrez de Carlos XII, que siempre funcionó”. El filósofo Voltaire (1694-1778) dijo por su parte que el rey sueco “perdió todos sus juegos porque movió el rey más que cualquier otra pieza”, en alusión a sus combates y movimientos por toda Europa. No obstante también lo definió como “el varón más extraordinario que ha poblado la tierra sueca”.
Pero es que además hay un conocido problema de ajedrez relacionado con Carlos XII. Hace más de siglo y medio, en concreto en 1859, la revista estadounidense Chess Monthly, publicada entre 1857-1861, lo dio a conocer a través de Sam Lloyd (1841-1911).
Posteriormente, este colaborador editó en 1878 el libro ‘Estrategia del ajedrez’ con quinientos problemas donde recuperaba este en concreto con tres opciones. Los dos últimos problemas se añadieron posteriormente en 1900 y el último en 2013.
La historia se inicia cuando el rey Carlos disputaba una partida al ajedrez con Grothusen, a finales de enero de 1713, cuando estaba en la zona de Varnitza, y se produjo la llamada escaramuza de Bender, kabalik para los turcos, que pretendía expulsar al monarca nórdico tras diferencias políticas y las deudas económicas surgidas con sus anfitriones.
En una determinada posición jugando con blancas el rey anunció mate en tres movimientos, una bala atravesó los cristales e hizo desaparecer una pieza, un caballo. Sin inmutarse el rey anunció entonces mate en cuatro. Otra bala desplazó otra pieza blanca del monarca, un peón en h2, por lo que tras señalar a Grothusen: “tienes al lado a nuestros amigos los turcos. Es la primera vez que veo jugar al ajedrez con mosquetes”, apuntó a un mate en cinco.
El ministro apuntó que si hubiera sido el otro peón aun podía dar mate en diez y el rey le respondió que si hubieran eliminado su torre en vez del caballo el mate sería en seis.
El rey sentenció: “Ve a buscar en los anales del ajedrez, desde Sissa y no encontrarás aventura tan maravillosa como la que ahora estamos disputando”. Se cuenta que Grothusen no volvió a jugar desde aquella partida.
Para los ajedrecistas curiosos las soluciones a las cinco opciones son
#3- 1 Txg3 Axg3 2 Cf3 Axh2 3 g4++
#4- 1 Hxg3 Ae3 2 Tg4 Ag5 3 Th4+ Axh4 4 g4++
#5- 1 Tb7 Ae3 2 Tb1 Ag5 3 Th1+ Ah4 4 Th2 gxh2 5 g4++
#6- 1 Cf3 e1 2 Cxe1 Rh4 3 h3 Rh5 4 Cd3 Rh4 5 Cf4 h5 6 Cg6++
#10- 1 hxg3 Ae1 2 Tg4 Axg3 3 Txg3 Rh4 4 Rf4 h5 (Si 4. … Rh5…5. Tg1 Rh4
…6. Th1#) 5 Tg2 Rh3 6 Rf3 h4 7 Tg4 Rh2 8 Txh4+ Rg1 9 Th3 Rf1 10 Th1++
Por cierto, finalmente los turcos hicieron prisionero al rey el 12 de febrero después de una dura lucha y lo trasladaron a Demotika –actual ciudad griega de Didimótico-, de la que se fugó en 1714 para volver a Suecia, donde llevó su receta de las albóndigas. Murió mientras sitiaba la ciudad noruega de Fredrikshald –actual Halden- en 1718.