El tribunal de Itzehoe (Alemania), anunció el 5 de octubre de 2021 que, en atención a su edad, 96 años, Irmgard Furchner, la exsecretaria del campo de concentración de Stutthof, queda en libertad en espera del juicio que se ha fijado para el próximo día 19. El tribunal ha mencionado también que se adoptarán medidas de seguridad con la acusada, que no ha precisado.
Recordemos que la nonagenaria huyó en un taxi de la residencia de ancianos en la que vive el 30 de septiembre pasado, fecha en la que estaba fijado el inicio de su proceso, y que posteriormente fue detenida quedando en situación de detención provisional.
En el juicio, Irmgard Furchner deberá responder del cargo de complicidad en el asesinato de más de diez mil detenidos en el campo de Stutthof, situado entonces en Alemania y ahora en Polonia, donde ejerció tareas administrativas trabajando, entre junio de 1943 y abril de 1945, como dactilógrafa y secretaria del comandante del campo, Paul Werner Hope. En ese siniestro lugar fueron sistemáticamente asesinadas 65.000 personas, «detenidos judíos, partisanos polacos y prisioneros de guerra soviéticos», según la fiscalía alemana.
En declaraciones al canal regional público NDR, el abogado Christoph Rucket, quien lleva muchos años representando a los supervivientes del exterminio nazi, la mujer «llevaba toda la correspondencia del comandante del campo, también escribió a máquina las órdenes de ejecución y deportación».
Irmgard Furchner es la única mujer implicada en los crímenes del nazismo juzgada en la última década en Alemania; hasta ahora no ha hecho ninguna declaración sobre los hechos que se le imputan.
Tras su proceso está previsto que, una semana después, se abra el de un hombre centenario, exguardián de un campo de concentración cercano a Berlín. Es la primera vez que en Alemania se juzga a personas tan ancianas como criminales de guerra nazis
Cuando han pasado casi ochenta años del final de la Segunda Guerra mundial, la justicia alemana continúa buscando antiguos criminales nazis que sigan vivos. Según la Oficina Central para la elucidación de los crímenes del nacional socialismo, distintos fiscales alemanes están examinando ocho casos en los que están implicados antiguos empleados de los campos de exterminio de Buchenwald y Ravensbrück, En los últimos años se han cerrado varios casos a causa del fallecimiento de los sospechosos.
En los últimos diez años se ha juzgado y condenado a cuatro exguardianes y contables de los campos de Sobibor, Auschwitz y Stutthof. En todo el tiempo han sido muy pocas las mujeres implicadas en los crímenes del nazismo que han llegado a sentarse en un banquillo pese a que, según los historiadores alemanes, unas cuatro mil mujeres trabajaron como guardianas en los campos de concentración.