Los médicos alemanes del hospital de La Caridad de Berlín, a donde fue trasladado en coma el sábado 22 de agosto de 2020 el opositor ruso Alexeï Navalny, señalan que han encontrado «indicios de intoxicación por una substancia del grupo de inhibidores de la colinesterasa».
Se trata de una enzima capaz de modificar la estructura de la acetilcolina, neutransmisor primordial en el funcionamiento de nuestro organismo, en la sangre y los tejidos, y este descubrimiento contradice el diagnóstico de los doctores rusos del hospital de Omsk que atendieron a Navalny en coma, tras el aterrizaje de urgencia del avión que le llevaba desde la localidad siberiana de Tomsk hasta Moscú.
Según información de las agencias internacionales que hoy publica, entre otros, el diario francés L’Obs (antes Le Nouvel Observateur), los médicos rusos –que a día de hoy siguen manteniendo su diagnóstico y declaran no haber recibido presiones- aseguraron el 21 de agosto «no haber identificado ningún veneno ni en la sangre ni en la orina…No creemos que haya sufrido un envenenamiento», según declaró el vicedirector del hospital Anatoli Kalinitchenko.
Ingresado en cuidados intensivos, en coma inducido y con protección policial, los médicos berlineses no han identificado todavía el veneno específico que le fue administrado –presumiblemente con un té que bebió en el aeropuerto de Tomsk- y están tratando a Navalny, de 44 años, con «un antídoto».
El comunicado del hospital añade que es incierto el resultado del envenenamiento y sus secuelas a largo plazo y que su estado «es grave, pero no se teme por su vida».
Antes de conocerse el diagnóstico de los médicos del reputado hospital de La Caridad, el gobierno alemán, por medio del portavoz del gabinete de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert, ya había anunciado que era «bastante probable» que Navalny hubiera sido envenenado: «Se trata de un paciente que es bastante probable haya sido víctima de un ataque con veneno. La sospecha no es que Navalny se haya envenenando a sí mismo, sino que alguien le ha envenenado y el gobierno alemán se toma esta sospecha muy en serio».