Alextimia, o la incapacidad de amar

Una de cada siete personas en el mundo no puede amar; una incapacidad que les impide reconocer sus propias emociones. Quizá alguna vez hayamos escuchado la frase, «no eres tú, soy yo». Ciertamente es así. Por tanto, hablamos de una realidad que afecta a un 10 % de la población.

aleximia-ilustracion-600x417 Alextimia, o la incapacidad de amar

La alextimia se presenta como una anomalía en la zona cerebral que se encarga de analizar y formular emociones y por tanto refleja el grado de satisfacción que estas producen.  Un trastorno desadaptativo psicológico caracterizado por la incapacidad de identificar y describir verbalmente las emociones y los sentimientos que nos producen determinados estadios.

Si la dividiéramos la alextimia en dos grupos podríamos hablar de primaria que es una cuestión meramente biológica y secundaria, que surge a partir de una serie de situaciones dramáticas vividas en la infancia o en la adolescencia; etapas en las que se crea la personalidad, se alimenta la fantasía y se engullen las sensaciones, las emociones y se gestiona el amor. En algunos casos, cuando existen enfermedades que empiezan a dar la cara, como el parkinson, el paciente puede tener estas dificultades aunque antes nunca las haya sentido.

La represión de estos sentimientos se realiza como una defensa ante los demás y también en otros casos como una forma de negación ante lo que pueden ser traumas y conflictos no resueltos. La importancia de sentir emociones influye en la atención, en la memoria y a la hora de tomar decisiones. Si no somos capaces de sentir emociones ni tampoco de interpretarlas no podremos tener vínculos sociales ni tampoco podremos decidir grandes cosas. Este desorden genera una incapacidad absoluta para poder controlar y reconocer las propias emociones y por tanto, no podemos expresarlas ni verbal, ni física ni emocionalmente.

Si usted siente alextimia podría necesitar ayuda. Muchas veces, o la mayor parte de ellas, es una cuestión de tratar el problema. Si desarrollamos la parte cognitiva de la conciencia emocional podremos reconocer y poner nombre a esas emociones. Total nada.

Ana De Luis Otero
PhD, Doctora C.C. Información - Periodista - Editora Adjunta de Periodistas en Español - Directora Prensa Social- Máster en Dirección Comercial y Marketing - Exdirectora del diario Qué Dicen - Divulgadora Científica - Profesora Universitaria C.C. de la Información - Fotógrafo - Comprometida con la Discapacidad y la Dependencia. Secretaria General del Consejo Español para la Discapacidad y Dependencia CEDDD.org Presidenta y Fundadora de D.O.C.E. (Discapacitados Otros Ciegos de España) (Baja Visión y enfermedades congénitas que causan Ceguera Legal) asociaciondoce.com - Miembro Consejo Asesor de la Fundación Juan José López-Ibor -fundacionlopezibor.es/quienes-somos/consejo-asesor - Miembro del Comité Asesor de Ética Asistencial Eulen Servicios Sociosanitarios - sociosanitarios.eulen.com/quienes-somos/comite-etica-asistencial - Miembro de The International Media Conferences on Human Rights (United Nations, Switzerland) - Libros: Coautora del libro El Cerebro Religioso junto a la Profesora María Inés López-Ibor. Editorial El País Colección Neurociencia y Psicología https://colecciones.elpais.com/literatura/62-neurociencia-psicologia.html / Autora del Libro Fotografía Social.- Editorial Anaya / Consultora de Comunicación Médica. www.consultoriadecomunicacion.com Actualmente escribo La makila de avellano (poemario) y una novela titulada La Sopa Boba. Contacto Periodistas en Español: [email protected]

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