Detenido desde el pasado mes de marzo de 2021 en la «colonia penitenciaria númerodos» en la localidad de Pokrov, a cien kilómetros de Moscú, considerada una de las cárceles más duras de Rusia, la salud del opositor Alexei Navalny, abogado y militante anticorrupción de 44 años, se degrada mientras las autoridades rusas le niegan la asistencia médica que necesita, según el último comunicado de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).
Condenado a dos años y medio de cárcel en un «juicio político y arbitrario», Navalny, quien inició una huelga de hambre el pasado 31 de marzo, sufre de «dolores en la espalda, tiene las piernas hinchadas, fiebre y una tos severa». Además, los guardianes le despiertan a cada hora, por las noches, con la excusa de efectuar controles, lo que según AI es «una forma de tortura».
Pese las demandas de distintos organismos internacionales y algunos gobiernos europeos, todavía no ha podido recibir la visita de un médico independiente a pesar de que su salud sigue amenazada por el envenenamiento que sufrió el pasado verano y según expertos médicos deberá controlarlo durante toda su vida.
El 20 de agosto de 2020, Alexei Navalny estuvo a punto de morir envenenado por Novitchok, un agente químico tóxico creado en los laboratorios de los servicios secretos soviéticos durante la guerra fría.
Cuando regresaba en un acto electoral en Siberia perdió el conocimiento, el avión en que viajaba tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia y trasladarle a un hospital. Al día siguiente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos pidió que fuera trasladado a Alemania, a donde llegó inconsciente y en estado crítico. En el Hospital de La Caridad de Berlín permaneció en coma inducido durante cerca de un mes.
Expertos independientes alemanes y franceses certificaron su envenenamiento con Novitchok, un agente químico extremadamente peligroso al que pocas personas han sobrevivido. Navalny ha acusado directamente a Vladimir Putin de haber ordenado su envenenamiento, que unos agentes del FSB (antigua KGB), desplazados a Siberia, habían ejecutado impregnando la ropa interior del disidente en el hotel donde pasó la noche.
Tras cinco meses de convalecencia en Berlín, Navalny decidió regresar a Rusia. Al descender del avión, el 17 de enero de 2021, fue detenido y el 2 de febrero siguiente condenado a los dos años y medio de cárcel que está cumpliendo.
Amnistía pide a las autoridades rusas que pongan inmediatamente en libertad a Alexei Navalny para que pueda recibir los cuidados médicos que precisa.