Película documental dirigida por Kim Leggatt, Bill Jones y Ben Timlett, quienes reconstruyen la década prodigiosa de los años 80 y cómo la productora de cine HandMade (Hecho a mano) Films contribuyó decisivamente a hacer resurgir la moribunda industria británica.
La productora independiente HandMade Films, que tuvo una existencia brillante aunque relativamente efímera, fue fundada por el beatle George Harrison en asociación con su gerente de negocios Denis O’Brien, y tuvo como primer objetivo rescatar al equipo de Monty Pyton cuando la productora inicial se separó de sus proyectos después de “La vida de Brian”, que tuvo dificultades para estrenarse en varios países a cuenta de si su divertidísimo argumento era o no blasfemo para los cristianos del lugar.
Después HandMade Films siguió con la distribución de otros títulos de culto como «Los héroes del tiempo» de Terry Gilliam, «Withnail y yo» de Bruce Robinson, o «Mona Lisa» de Neil Jordan.
En el nostálgico documental intervienen grandes figuras del cine británico actual, entre otros Terry Gilliam, John Cleese, Helen Mirren, Michael Caine, Richard E. Grant, Joanna Lumley, Billy Connolly o Michael Palin, quienes no escatiman elogios para lo que, en todos los casos, fue una arriesgada aventura económica. Las entrevistas junto con las imágenes de archivo convierten la película en una divertida lección de historia.
El arma secreta de HandMade Films era George Harrison, solo él era capaz de convencer a algunos empresarios y a los bancos para que financiaran las producciones, pero también hay que decir que se daba una sintonía perfecta entre su confianza en los proyectos y el talento de quienes trabajaron en ellos. Y, aunque no tenía conocimiento sobre el oficio de hacer películas, también fue el alma del proyecto, ayudando con su generosidad (hubo un tiempo que tuvo la casa hipotecada para pagar los sueldos) a la producción de algunas de las películas británicas más interesantes de la época
Desgraciadamente, George Harrison murió en 2001, pero podemos asegurar que esta parte de su legado cambió el rostro del cine británico que en los años de 1980 estaba en muy segundo plano en la cinematografía mundial, con menos de veinte producciones al año y menos de una asistencia a las salas por habitante.
La irrupción en aquel panorama de películas totalmente anticonvencionales, que además son obras maestras, contribuyó a su revitalización: “El documental funciona mejor cuando considera que las fuerzas capitalistas más siniestras embarran con frecuencia las aguas de los estudios independientes».
O’Brien es aquí el malo, intentando que Harrison opte por un cine más comercial. Incluso, él mismo lo reconoce en las imágenes de archivo: “La gestión de un estudio de cine es una batalla entre el artista y el dinero”.
https://youtu.be/WhIyXvk-RGc
HandMade Films solo vivió poco más de diez años pero su impacto en la producción cinematográfica británica durará para siempre.