Las ultraconservadoras y fundamentalistas autoridades de Arabia Saudí ordenaron el pasado 5 de agosto al embajador canadiense, Dennis Horak, que abandonara el país en veinticuatro horas acusado de “injerencia flagrante y manifiesta en asuntos internos” del país.
En realidad, el auténtico motivo de la expulsión ha sido un tuit en el que Canadá se manifestaba en favor de la libertad de los militantes de los derechos humanos encarcelados, según un comunicado de Amnistía Internacional (AI). El embajador se encuentra actualmente de vacaciones en su país.
El tuit en cuestión dice lo siguiente: “Nos sentimos muy preocupados al saber que Samar Badawi, la hermana de Raif Badawi, ha sido encarcelada en Arabia Saudí. Canadá está junto a la familia Badawi en estos momentos difíciles y seguimos pidiendo formalmente la libertad de Raif y Samar Badawi”.
Raif Badawi es un bloguero condenado a diez año de cárcel y mil latigazos por crear una página de Internet dedicada al debate público.
En un comunicado, Amnistía pide a la comunidad internacional que no deje de incitar a las autoridades saudíes a terminar con esa “represión draconiana” y a que dejen de “perseguir a los militantes de los derechos humanos”: “Hay que seguir el ejemplo de Canadá. Países como Estados Unidos, Reino Unido o Francia, llevan mucho tiempo callados”.
Samar Badawi y Nassima al Sama fueron detenidas en la primera semana de agosto de 2018. Ambas tienen prohibido salir del país y son habitualmente blanco de la represión por sus actividades militantes. Samar Badawi ya estuvo detenida en. 2016. Nassima al Sada lleva años haciendo campaña a favor de los derechos políticos y civiles en el país, y defendiendo los derechos de la minoría chiíta en la provincia del Este del país, así como militando para que desaparezca la tutela masculina de las mujeres. En 2015 le prohibieron ser candidata a las elecciones municipales