El Centro Nacional Norteamericano de Datos de Nieve y Hielo (dependiente de la NASA) que monitoriza el estado de la capa de hielo del Ártico y que registra los últimos 37 años de datos satelitales, ha anunciado que el 24 de marzo de 2016 la extensión de hielo marino alcanzaba su mínimo invernal histórico de 14,52 millones de km2, por debajo de ya su mínimo histórico de 2015 de 14,54 millones de km2.
Iceberg flotante, Mar del Norte del Atlántico, Groenlandia
Durante el otoño la extensión de hielo marino comienza su aumento estacional hasta alcanzar su máximo a finales del invierno, y un año más el hielo no ha alcanzado su máxima extensión en invierno, datos que evidencian para Greenpeace la necesidad de protección urgente de este valioso ecosistema.
«Con este récord es aún más increíble que empresas petroleras y pesqueras busquen este extremo del planeta que permanece relativamente aislado de la presión humana para incrementar las actividades industriales», ha declarado Pilar Marcos, responsable de la campaña Salvar el Ártico de Greenpeace, quien recuerda que el Ártico está experimentando un cambio profundo debido a la quema de combustibles fósiles, y al desaparecer la capa de hielo se abren posibilidades de perforación para la industria del petróleo.
La organización ecologista recuerda además que 2015 ha sido el año más caluroso jamás registrado desde la era preindustrial. Según el NSIDC, este invierno, entre diciembre y enero, la media de temperaturas han sido de 2 a 6 ºC por encima de la media en casi todas las regiones árticas.
El Ártico en la agenda política
El Ártico es el océano más desprotegido del planeta y precisamente esta semana gobiernos de todo el mundo se están reuniendo en Nueva York para que Naciones Unidas desarrolle un nuevo tratado que desarrolle la protección de las aguas internacionales, como las que rodean el polo norte del planeta.
En este sentido, los países europeos con presencia en OSPAR (organismo de cooperación internacional para la protección del medio marino del Atlántico Nordeste) tiene la posibilidad de ponerse a la vanguardia de la protección de este océano durante la reunión anual que sus 15 países miembros celebrarán en España del 20 al 24 de junio. Durante el encuentro se tomará la decisión sobre crear un área marina protegida que abarcaría casi el 10 % de las aguas internacionales del océano. Greenpeace demanda que todas las aguas internacionales del Ártico sean protegidas creando un Santuario que impida a las petroleras buscar petróleo en estas aguas.
«Siete millones y medio de personas reclaman la creación de un Santuario en el Ártico, con los datos de la NASA, su protección debería ser un catalizador para que en el marco de Naciones Unidas se proteja sus aguas internacionales», concluye Marcos.