La investigación sobre el asesinato de la periodista Daphne Caruana Malizia, quien perdió la vida el 16 de octubre de 2017 en La Valleta cuando estalló una bomba en el coche que tenía alquilado, está teniendo consecuencias en la cúspide del gobierno de Malta y sus allegados, según la información difundida este 26 de noviembre de 2019 por el canal internacional Euronews.
Tras la detención la semana pasada del empresario de la industria energética Yorgen Fenech, muy próximo al gobierno de malta y considerado como la persona que encargó el asesinato a unos sicarios, Keith Schembri, jefe del gabinete del primer ministro, Joseph Muscat, ha presentado su dimisión tras ser citado a declarar por la policía como consecuencia de las declaraciones de Fenech, con quien tiene relaciones de negocios. Por su parte, Muscat ha manifestado que él no piensa dimitir: “He escuchado los diferentes puntos de vista y, tras una votación secreta de los parlamentarios del Partido Laborista (en el poder) he obtenido un voto de confianza unánime”, parece que ha dicho.
El segundo en dimitir ha sido, este 26 de noviembre de 2019, el ministro de Turismo, Konrad Mizzi. Según varias fuentes, Daphne Caruana Galizia, periodista de investigación desde hacía mucho tiempo, trabajó en la investigación de los Panamá Papers y descubrió documentos que comprometen a Konrad Mizzi.
Sociedades panameñas pertenecientes a los dos políticos dimitidos, Keith Schembri y Konrad Mizzi, estuvieron recibiendo durante meses miles de euros diarios procedentes de una sociedad de Dubai, que llegaban discretamente a cuentas en Francia, por servicios no precisados. Según una información difundida por francetv.info.fr, “la investigación sobre la corrupción en Malta, efectuada por dieciocho medios de comunicación internacionales reunidos por la organización Forbidden stories, revela que los oligarcas de la dictadura de Azerbayán pasan por Malta para intentar hacerse con el control de empresas francesas” y que “un banco es sospechoso de haber permitido la entrada en Europa de capitales relacionados con dicha dictadura”.
Precisamente, una de las últimas investigaciones de Daphne Caruana trató sobre un acuerdo entre Malta y Azerbayán para la construcción de una central eléctrica, según información del diario británico The Guardian, que define el acuerdo como “un mal negocio para los contribuyentes malteses, aunque no para todos”.