Ileana Alamilla[1]
Mucho ha cambiado en el mundo de las comunicaciones desde que los fundadores de la Asociación de Periodistas de Guatemala, la legendaria y emblemática entidad de prensa, la constituyeron hace 70 años. Los principios que la guían son un faro que ilumina el camino de quienes, de manera voluntaria y con enorme dosis de mística, recibimos la estafeta para mantener la vigilancia y defensa de la libertad de expresión, un derecho fundamental poco valorado, salvo cuando es violentado.
En el gremio periodístico hay una resistencia a la afiliación a entidades de prensa. Esto no es ajeno a lo que sucede en otras latitudes. Nuestros colegas salvadoreños y hondureños nos han expresado la misma preocupación, los jóvenes no quieren militar en asociaciones de periodistas. Dicen que no les ofrecemos nada a cambio. Y, efectivamente, nuestros entes gremiales requieren de voluntariado y conciencia, inversión de tiempo y de recursos.
La APG es un símbolo en el país. Es un ejemplo de lucha por la libertad de prensa, por la defensa del derecho a la libre emisión del pensamiento por todos los medios de difusión, vela porque se mantenga incólume el derecho de informar y ser informado; defiende a sus agremiados colectiva o individualmente, pero también a periodistas y comunicadores que son agredidos o violentados en sus derechos.
De inmediato da la voz de alarma, denuncia, alerta y se comunica con las autoridades para demandar protección e investigación de los casos.
Y, tal como dicen muchos de manera despectiva, somos pocos, sin embargo hemos mantenido el estandarte que por voluntad propia recibimos, con mucha dignidad y orgullo. Con prontitud atendemos cualquier denuncia que nos hacen llegar, hacemos gestiones para que el Estado brinde protección a los afectados, emitimos comunicados de prensa alertando sobre cualquier peligro y mantenemos comunicación constante con el Relator de la Libertad de Expresión de la OEA, con entidades hermanas internacionales que vigilan estos derechos elementales, entre ellos Reporteros sin Fronteras y el Comité de Protección a Periodistas.
La APG tiene una silla en la Instancia de análisis de Patrones de Ataques a Periodistas, Sindicalistas, Defensores de Derechos Humanos y Operadores de Justicia, en donde no solo colabora con las autoridades, sino que da seguimiento a los casos de denuncia de agresiones contra periodistas.
El año pasado emitimos 32 comunicados de prensa sobre agresiones, recibimos 17 mensajes internacionales de solidaridad, tuvimos más de 30 reuniones con directores de medios, ministros, viceministros, secretario de Comunicación Social, embajadores, el procurador de los Derechos Humanos y altos funcionarios de gobierno, con el objetivo de cabildear el Programa de Protección a Periodistas, una iniciativa de Cerigua a la que la APG se adhirió con decisión.
Junto a nuestras entidades hermanas, la Cámara Guatemalteca de Periodismo, la Cámara de Locutores Profesionales de Guatemala, la Asociación de Cronistas Deportivos Guatemaltecos y 13 asociaciones departamentales, hemos desarrollado una alianza inédita en el país y en la región centroamericana que busca que el Gobierno asuma el compromiso de Estado adquirido en Ginebra de adoptar ese mecanismo de protección, que por cierto no será solo para nuestros asociados, sino para todos los periodistas y comunicadores. Es una vieja entidad que se mantiene vigente y consecuente con sus principios. Hoy se llevará a cabo el acto de conmemoración y se rendirá homenaje a personalidades que nos han acompañado en nuestras luchas y a periodistas distinguidos.
- Ileana Alamilla, periodista guatemalteca, fallecida en enero de 2018.