Autenticidad

Estamos orgullosos. De nuevo hemos vivido unos intensos días de aprendizajes. Hemos aprovechado la docencia para ser un poco mejores, incluso más joviales, con esfuerzo incluso, pero lo hemos conseguido. La vida va rauda, pero nos oferta muchas experiencias gratificantes.

Como toda etapa formativa supone una transformación. Lo importante es que el balance sea positivo, y lo es. Hemos dicho adiós y hola, y hemos comprobado que la voluntad mueve montañas. Me encanta sentirme vivo y saber que las oportunidades no son cuestión de estadísticas.

Ya sé que suena a una cuestión sabida, reiterada, comprobada asimismo, pero eso no quita que lo resaltemos otra vez, por tratarse de una esencia de la que no deberíamos prescindir jamás. Lo que nos conviene ha de ser refrescado.

Las incorporaciones han sido óptimas. Hemos sumado. La cadena se extiende, y todo parece ir casi a la perfección. Hemos sacado partido a cada segundo. Nos saludamos con fortuna. El barco de la aventura nos ha hecho participar activamente, y, además, contamos con el lustre del reconocimiento de las circunstancias. Perseguir la lucidez, contrastar los pareceres, es, o ha de ser, el cimiento de la actividad desempeñada. Como máxima, procuremos ser libres sin hacer daño a nadie.

Hemos explorado. Las mudanzas nos han otorgado ese factor sorpresa que nos mantiene pacientes y dinámicos. Hemos descansado en paralelo. Por suerte, la visión ha sido halagüeña, lo cual ha permitido que no advirtamos los problemas como tales. Todo acontece por algo.
Fortalecernos

Tenemos amigos, tenemos personas que nos distraen y enseñan. Los contemplamos como un motivo de fortalecimiento frente al porvenir. Conscientemente nos alejamos de los truenos, incluso por la advertencia de quienes los producen, que solos quedan. Hay magia, efectivamente, para tomar la senda que más nos relaja. Producimos futuro.

Por delante, según oteamos, albergamos el libro de la pasión y de la dicha. Vamos a intentar leerlo sin prisa, saboreando cada página. Es el día, sí, y también somos nosotros. Otros dirán que saben esto, pero yo les pregunto si en verdad es así: los derechos que no ejercemos como la sabiduría que no practicamos tienen los pies del barro hasta el punto de que, por falta de uso, no existen. Ahí radica un punto decisivo, pues nos marca auténticamente el camino, si sabemos interpretarlo, claro.

Juan Tomás Frutos
Soy Doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Complutense de Madrid, donde también me licencié en esta especialidad. Tengo el Doctorado en Pedagogía por la Universidad de Murcia. Poseo seis másteres sobre comunicación, Producción, Literatura, Pedagogía, Antropología y Publicidad. He sido Decano del Colegio de Periodistas de Murcia y Presidente de la Asociación de la Prensa de Murcia. Pertenezco a la Academia de Televisión. Imparto clases en la Universidad de Murcia, y colaboro con varias universidades hispanoamericanas. Dirijo el Grupo de Investigación, de calado universitario, "La Víctima en los Medios" (Presido su Foro Internacional). He escrito o colaborado en numerosos libros y pertenezco a la Asociación de Escritores Murcianos, AERMU, donde he sido Vicepresidente. Actualmente soy el Delegado Territorial de la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC) en Murcia.

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