El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) autorizado para el tratamiento de procesos dolorosos de intensidad leve o moderada, así como para tratar la fiebre y el tratamiento sintomático de procesos reumáticos e inflamatorios por la inhibición no selectiva de la ciclooxigenasa, (COX) que reduce la síntesis de las prostaglandinas.
Es uno de los fármacos más consumidos en España y ahora se sabe que aumenta el riesgo de paro cardiaco en un 31 %. Así lo ha demostrado un estudio científico realizado en Dinamarca publicado en el European Heart Journal. El ibuprofeno junto con otros medicamentos del grupo de analgésicos antiinflamatorios no esteroides (AINE) presentan un riesgo mayor según estos datos.
En este sentido, los científicos alertan del abuso y la automedicación a la hora de paliar el dolor que tienen los farmacéuticos e insisten en la necesidad de que éstos sean prescritos por facultativos que los pauten para una necesidad concreta, no a modo de analgésico.
Fue en 2015 cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) emitió una alerta de riesgo cardiovascular por el consumo de altas dosis de ibuprofeno y dexibuprofeno después de que el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo, (PRAC) hubiera finalizado el riesgo cardiovascular asociado a la admistración por vía sistémica de este fármaco. Sanidad, alertó entonces, a la comunidad médica de no administrar altas dosis de ibuprofeno a pacientes con patología cardiovascular grave, cardiopatía isquémica establecida, enfermedad arterial periférica o enfermedad cerebrovascular, y que antes de iniciar estos tratamientos a largo plazo deberían ser evaluados los pacientes convenientemente. Los datos que ha aportado este estudio, confirman que la administración de dosis altas de ibuprofeno, se asocian a un mayor riesgo de trombosis arterial.
El ibuprofeno no es nocivo a nivel hepático y se recomienda que sea ingerido cuando el paciente tiene problemas relacionados con el hígado en lugar de paracetamol, aunque siempre con cierta mesura. Su efecto nocivo se asocia al intestino o al estómago y su abuso siempre está vinculado a problemas renales. Recordamos que los analgésicos, solamente se deben utilizar de forma ocasional, prescritos por un facultativo y nunca como forma de vida. Levantarse y tomarse un ibuprofeno para encontrarse mejor hará que tenga consecuencias a largo plazo y nunca debe un paciente automedicarse. Si hay dolor, siempre es por algo.