Los trescientos mil habitantes de la isla de Barbados, microestado caribeño que durante tres siglos fue un dominio británico y desde el 30 de noviembre de 1966 un reino independiente de la Commonwealth, han decidido recuperar el futuro que se les prometió entonces y convertirse en una república en noviembre de 2021.
Según la corresponsal en Londres del diario francés Libération, Sonia Delesalle-Stolper, el Brexit, «más allá de los mares, del Atlántico (…), ha inspirado a Barbados que ha decidido hacer un ‘Queenxit». La isla ha anunciado su irrevocable decisión de deshacerse de la soberana británica como «jefe del estado».
«Ha llegado el momento de dejar totalmente atrás nuestro pasado colonial», ha dicho la gobernadora general de la isla, Sandra Mason.
La periodista francesa subraya que el discurso es obra de la primera ministra, Mia Mottley.
Para ello, la isla inicia ahora un camino de intenciones y burocracias con el objetivo de que en noviembre de 2021, coincidiendo con el 55 aniversario de su independencia, Barbados pueda «recobrar su plena soberanía» y se convierta en una república con un jefe de estado barbadense.
Con 94 años y 68 en el trono, la reina Isabel segunda, sigue siendo jefe del estado de quince países (aunque su papel es fundamentalmente simbólico), entre los que se encuentran Canadá, Australia o Nueva Zelanda, antiguas colonias y hoy estados independientes que pertenecieron al imperio británico y que, desde la «declaración de Londres» de 1949, conforman la Conmonwealth moderna.
Al conocer las pretensiones del pueblo de Barbados, un portavoz de Buckingham Palace se ha limitado a comentar que es una decisión que concierne «al gobierno y al pueblo de Barbados».