Hasta hace muy poco defensor de la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, Bono, el líder de la banda irlandesa U2, pide ahora la dimisión de la “dama” fuerte del gobierno birmano por la indiferencia que está demostrando respecto a la represión que sufre la minoría rohinyá del país, condenada a ser apátrida desde hace dos siglos y desde el verano de 2017 víctima de una “depuración étnica” en el estado de Rajine, según expresión textual de la ONU, en una resolución condenando la huida de más de 665 000 miembros de la minoría a Bangladesh.
Según Médicos sin Fronteras, el ejército birmano asesinó a 6700 rohinyás entre agosto y septiembre de 2017.
Aung San Suu Kyi, quien después de haber estado encarcelada y represaliada durante años por la Junta Militar birmana ahora forma parte de la élite dirigente del país, solo ha tenido palabras veladas para la situación de los rohinyás, sin expresar en ningún momento empatía ni solidaridad con esa minoría perseguida y masacrada por practicar la religión musulmana, mientras que la sociedad birmana es mayoritariamente budista.
Cientos de miles de personas han firmado una petición internacional pidiendo la destitución del gobierno birmano, autor del genocidio de los rohinyás. En una reciente entrevista concedida al periodista Jann S. Wenner, cofundador de la revista Rolling Stone, Bono ha confesado el malestar que le produce la actitud «ciega» de la antigua presa política Aung San Suu Kyi : «Verdaderamente no puedo creer lo que parece ya más que demostrado. Se está llevando a cabo una limpieza étnica. Está ocurriendo realmente. Ella tiene que dimitir porque sabe lo que está pasando (…) Debería expresarse con claridad, y si no la escuchan, entonces tiene que dimitir. Todo esto es muy inquietante. Yo me siento revuelto, muy mal”.
Bono se convirtió en defendor de Aung San Suu Kyi cuando ésta se encontraba en residencia vigilada. En 2001 le dedicó la canción “Walk On”, perteneciente al álbum All That You Can’t Leave Behind, décimo de los editados por la más famosa banda irlandesa de rock.
Aung San Suu Kyi llegó al poder en 2016 y dirige el primer gobierno civil birmano en décadas que, tras la disolución de la Junta en 2011, tiene que hacer equilibrios con un ejército my poderoso y un opinión pública xenófoba, que odia a los musulmanes.