La carrera por la Palma de Oro ha empezado en Cannes con dos cineastas que forman parte de esa galeria de valores seguros que participan regularmente en la competición oficial de este festival: el japonés Irokazu Kore-Eda y el italiano Matteo Garrone. Asia e Italia son por cierto dos cinematografías bien representadas en la selección de esta 68 edición.
La elegancia de Kore-Eda, tendiendo a Ozu, sin alcanzarlo
«Notre petite soeur» (Nuestra hermanita) de Kore- Eda es una adaptación al cine de un Manga japonés de Akimi Yoshida, publicado en 2007, y cuenta la historia sentimental de una familia japonesa, entre tradición y modernidad.
Tres hermanas, que viven con su abuela en una tradicional mansión japonesa en Kamakura, descubren al morir su padre, que las abandonó, la existencia de una cuarta hermana pequeña nacida de una relación adultera, y deciden adoptarla e integrarla en la familia.
Una de ellas trabaja en un banco, otra es enfermera y la tercera es empleada en una tienda… un padre ausente y mujeriego del que todos hablan el día de su muerte, una madre que resulta más infantil y alocada que sus hijas, y una abuela que representa la continuidad de la tradición, tal es la vida cotidiana a la que se incorpora esa hermanita de quince años, con un gran sentimiento de culpabilidad.
Una sensible historia familiar con esa elegante puesta en escena que caracteriza a este cineasta japonés, pero que no logra trasmitir en esta ocasión una fuerte emoción. El autor de «Tel père tel fils» premio del jurado en Cannes en 2013, o de «Nobodi nows» premio de interpretación masculina en 2004, reincide en los temas recurrentes de su filmografía: las contradiciones entre modernidad y tradición en la familia japonesa, los sentimientos entre hijos, padres y hermanos… los ritos de la muerte y como la vida continúa su curso de una a otra generación, o la tranquila contemplación de la naturaleza, con sus cerezos en flor.
Pero sus obras anteriores han colocado la barra muy alta a Kore-Eda para pasar de nuevo en esta competición. «Notre petite sœur» se alarga inecesariamente en sus 126 minutos de metraje, aunque su puesta en escena poética es siempre original y sus encuadres son una especie de permanente y voluntario homenaje al cine del maestro japonés Yasuhiro Ozu. Algo así como tendiendo a Ozu sin lograr alacanzalo.
«Nuestra hermanita» no es a mi juicio una de sus mejores películas, pero no cabe duda de que Kore-Eda es un cineasta con un estilo propio y original que se impone desde su primer fotograma y que vale la pena descubrir.
Garrone, Un cuento fantástico y barroco hiperrealista para adultos
En competición también «Il conto dei conti» (el cuento de los cuentos) o «Tale of tales» del italiano Matteo Garrone, otro valor seguro de este festival, que se dio a conocer en 2002 con «El extraño señor Pepino», obtuvo el premio del jurado en 2008 con «Gomorra», brillante película sobre la mafia, y repitió premio en 2012 con «Reality».
Ahora vuelve a la competición con una película italiana rodada en inglés con un casting de actores internacional. El guión es una adaptación de una serie de cuentos populares napolitanos del siglo XVII, «Lo cunto deli cunti» de Giam Batista Basili. Cinco volúmenes también llamados el «Pentamerone» en referencia al Decamerón de Bocaccio, con el que comparten su estructura narrativa.
Medio centenar de cuentos en lengua napolitana que el guión cinematográfico ha reducido a dos horas de metraje, a través de tres historias principales: una reina dispuesta a todos los horrores para poder tener un hijo, un rey libidinoso poseído por dos brujas decididas a lograr la eterna juventud, o una princesa adolescente en el paso a la edad adulta, que sueña con un principe guapo y valeroso y acaba bajo las garras de un terrible ogro…
Monstruos, ogros, reyes, brujas y princesas en los castillos del siglo XVII, erotismo, violencia, y magia esperpéntica componen al parecer el mundo literario fantástico de Giambatista Basili, que la película de Garrone nos da ganas de descubrir y leer. Su adaptación cinematográfica sin embargo no resulta convincente, pese al brio de su puesta en escena y su cuidado reparto de actores, que va de la mexicana Salma Hayek, al francés Vincent Cassel, el inglés Toby Jones o el estadounidense John c. Reilly.
Lástima, pecato! dicen en Italia, que Garrone no haya conservado en su adaptación esa lengua original napolitana, que hubiéramos descubierto con verdadero placer. Al escoger en cambio el esperanto anglo como lenguaje universal le ha quitado al relato la mitad de su encanto. Una tendencia la de rodar en inglés que está muy presente este año por cierto en varias películas de la competición de orígenes diversos, y con la que los cineastas que la practican corren el riesgo de vender su alma al diablo de la globalización.
Por otra parte, si el mundo grotesco, brutal, violento y fantástico de esa sociedad medieval con reyes, vasallos y pordioseros, está bien reflejado, el tratamiento hiperrealista de sus imágenes no aporta interés añadido, haciendo de su película un cuento fantástico de horror para adultos, sobre los temas ya citados de la busqueda de la eterna juventud, de la posesiva maternidad o del paso a la edad adulta… lo que finalmente no resulta de un gran interés. En el lenguaje cinematográfico encuentro que es siempre más gratificante sugerir que mostrar, pero Garrone no parece compartir esta opinión.