La Nunciatura Apostólica en España ha informado hoy de que el papa Francisco ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis de Madrid presentada por el cardenal Antonio María Rouco Varela, y ha designado para este cometido al hasta ahora arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, consolidando los cambios en la jerarquía de la Iglesia Católica en España que se iniciaron con el nombramiento del arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez Pérez, como presidente de la Conferencia Episcopal Española.
El procedimiento papal del relevo es tomado como “un duro golpe” para quien ha dirigido el rumbo de la Iglesia Católica en España en los últimos años. “Se va Rouco Varela y no de la forma que él quería ni tenía planificada”, dice José Manuel Vidal en su crónica en Religión Digital. “El Papa no transigió ni en el nombre de su sucesor ni en la fecha de la publicación de su pase a la reserva”, continúa el periodista.
Por su parte, Juan G. Bedoya sostiene en El País que a Rouco le ha molestado también el procedimiento, convencido de que su hoja de servicios a la Iglesia romana merecía otro proceder.
Jesús Bastante opina en su crónica en eldiario.es que la designación de Carlos Osoro es “una doble derrota, ya que va unida a la del cardenal Antonio Cañizares, su histórico contrincante, como nuevo arzobispo de Valencia. «Esto supone el cierre de una etapa en la que la Iglesia (católica) española ha perdido buena parte del prestigio que atesoró cuando, durante la Transición, el episcopado presidido por el cardenal Vicente Tarancón apostó por la reconciliación”, dice la nota publicada en eldiario.es.
Sobre el perfil del nuevo Arzobispo de Madrid, tiene 69 años y es sacerdote desde los 28. Se le considera más acorde al perfil del papa Francisco. “El Papa que tantas cosas parece querer cambiar ha elegido como piloto de su primavera en España a un obispo sin aristas, sencillo, familiar y optimista, nada partidario de predicar apocalipsis, ni de execraciones totalitarias –uno de los pocos pastores que “huelen a oveja”, según la curiosa metáfora del Papa argentino”, describe Juan G. Bedoya.
Consideración con la que también concuerda Jesús Bastante, quien apunta: “El futuro arzobispo de Madrid es un hombre cercano, que apuesta por el diálogo y que muestra un rostro de una Iglesia que, sin renunciar a sus postulados en defensa de la vida o del matrimonio tradicional, pretende entrar en contacto con todas las sensibilidades (entre los católicos, pero también con el resto de la sociedad), sin excluir a nadie. Un modelo de Iglesia más propositiva y amable, que se traducirá también en su relación con los medios de comunicación.
Ecumenismo y sociedad civil
Carlos López Lozano, obispo en España de la Iglesia Española Reformada Episcopal (IERE), saluda el nombramiento del nuevo “colega” de la Iglesia Católica: “Acogemos con alegría y esperanza el nombramiento e instalación del nuevo arzobispo de Madrid; le damos la bienvenida y deseamos que tenga un próspero y fructífero episcopado en la capital del reino, deseando especialmente que las buenas relaciones ecuménicas que durante los últimos cincuenta años hemos tenido puedan continuar e incrementarse en el futuro con nuevas colaboraciones.»
Más crítico se muestra desde las filas protestantes Pedro Tarquis, director de Protestante Digital, quien nos comenta que si bien “es un giro total respecto al perfil de Rouco Varela, lo cual es en sí positivo”, advierte que el nuevo arzobispo de Madrid está “muy en la línea de Francisco”: “Un hombre actual pero de ‘la’ Iglesia, rostro nuevo y cercano pero el mismo corazón teológico viejo. El Papa revoluciona a mejor las formas y la imagen pero mantiene en todo el mismo fondo de Trento”.
Para la Confederación Española LGBT, Carlos Osoro “se ha significado en el pasado por el tender puentes y hacer una Iglesia Inclusiva y abierta a todos, la otra cara de la moneda que constituye Antonio María Rouco Varela dentro del seno de la Iglesia. Esperamos que este nombramiento sea un cambio de rumbo en la Iglesia Católica Española y se acerque más a las nuevas formas y aires del Papa Francisco. Francisco deber ir jubilando y quitando del juego a la vieja guardia enquistada en la tradición normativa y el control social, y poniendo nuevos lugartenientes de la Iglesia que constituyan un revulsivo y lleven a la práctica su nueva forma de hacer Iglesia y su moderno Evangelio», declara Paco Ramírez, presidente de COLEGAS.
«Desde COLEGAS esperamos que Carlos Osoro haga un acercamiento hacia sus feligreses homosexuales, que se aleje de las tradicionales condenas y diatribas a las que nos tiene acostumbrados tanto Rouco Varela como el actual obispo de Alcalá de Henares Juan Antonio Reig Plá en sus homilías televisadas. Sólo apartando a la Iglesia del callejón sin salida que significa el control social y la condena de la moral sexual, y llevándola hacia una lucha social contra la pobreza y la injusticia del mundo, se podrá conseguir por fin una Iglesia Católica inclusiva y contener la sangría continua de feligreses. La Iglesia Española necesita más respeto y aceptación de la diversidad y la diferencia, que son reivindicaciones reales de su base social en España. ¿Cuando llegará el turno también de jubilar o quitarnos de Alcalá de Henares a Juan Antonio Reig Plá?», añade Paco Ramírez.
Ya era hora que el papa relevara y “echara” de la diocesis de Madrid al antipàtico cardenal Rouco Varela, lo que nadie explica es que ese gran hombre y magnífico cardenal de Sevilla fray Carlos Amigo Vallejo fuera alejado de su querida diocesis nada mas cumplir la edad de 75 años que es la reglada, ante el asombro de todos y dejando tanto tiempo en Madrid a Rouco, enemigo y muy enemistado con el de Sevilla por ser de una forma de pensar y actuar diametralmente opuesta. Así es que adios Rouco y ojala que nadie se acuerde ti y vengan nuevos aires de renovación tanto a Madrid, Valencia como a Barcelona, que está a punto de que sea eliminado su cardenal, otro semejante a Rouco Varela.