La DJ Sama Abdulhadi, una de las primeras mujeres productora de música tecno en Palestina, fue detenida por la policía el domingo 28 de diciembre de 2020, mientras daba un concierto en Nabi Moussa, cerca de Jericó, en la Cisjordania ocupada por Israel, un lugar de pergrinaje musulmán donde supuestamente se encuentra la tumba de Moisés.
La música fue interrumpida manu militari, mientras algunos comentaristas radiofónicos gritaban «Profanación», a pesar de que la sesión contaba con la autorización del Ministerio de Turismo en plena pandemia y con medidas restrictivas, según la información facilitada por las agencias internacionales.
El martes 29, las autoridades palestinas decidieron prolongar la detención de Sama Abdulhadi durante quince días más, rechazando la petición de su familia de que fuera en libertad con fianza.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos, y en primer lugar la Comisión palestina independiente de los Derechos Humanos, organización creada por la Autoridad Palestina, han pedido la libertad inmediata de la DJ: «Hoy pedimos su libertad porque su detención no tiene lógica, tenía autorización del Ministerio para el concierto. Nabi Moussa no es solo un lugar religioso, también un sitio arqueológico y turístico. Si la música electrónica no es apropiada el Ministerio no debió conceder el permiso».
Para la organización humanitaria Al-Haq, se trata de una «detención arbitraria para satisfacer a la parte fundamentalista de la opinión pública palestina», según su director Chaawane Jabarine.
Sama Abdulhadi, de treinta años, está considerada como la primera DJ palestina. Durante el concierto, un grupo de hombres entró en el recinto y pidió a los espectadores que abandonaran el lugar.