La Academia Norteamericana de la Lengua Española ha firmado un acuerdo de cooperación con la Asociación Canadiense de Hispanistas para promover la lengua y cultura hispánicas en el norte del continente, informa Daniel R. Fernández de ANLE.
En un comunicado conjunto, ambas instituciones “reconocen la importancia de promover la investigación en el terreno de los estudios hispanos y el desarrollo de la lengua y culturas de los pueblos de habla española en Estados Unidos y Canadá, impulsando de este modo un mayor entendimiento entre individuos e instituciones”.
El acuerdo, que tiene una duración inicial de tres años, se define como “un emprendimiento académico e interdisciplinario relativo a los aspectos educativos, lingüísticos, culturales, tecnológicos y científicos del idioma español en Estados Unidos y Canadá”.
En ese trienio inicial, las instituciones firmantes se proponen identificar áreas, actividades y proyectos de interés mutuo, y promover la participación de miembros de ambas asociaciones en dichos objetivos.


En un artículo sobre “El español en Canadá”, incluido en la Enciclopedia del español en el mundo, Jesús Ángel Miguel García, director de The Spanish Institute en Tuxedo, Winnipeg, afirmó que la Asociación Canadiense de Hispanistas, “con 200 hispanistas afiliados, tiene un papel fundamental en la investigación y la enseñanza del español en la universidad”.
Según el Censo del 2011 en Canadá, los hispanohablantes en ese país ascendían a 410.670, con un aumento considerable: en 1971 eran 23.800, en 1991 alcanzaban 177.400, y en 2006 llegaban a 345.300. En Montrèal, el español es el segundo idioma no oficial más hablado, con 95.000 hispanohablantes, un 15 % de la población. Los hablantes de español en los otros grandes centros urbanos eran Toronto (94.000), Vancouver (22.500), Calgary (18.000), Edmonton (18.000) y Ottawa (11.000).
Aunque la cifra de hispanohablantes de Canadá no se compara con los más de 40 millones de Estados Unidos, el rápido crecimiento de residentes de habla española y su porcentaje sobre el total de la población en el país del extremo norte del continente lo han erigido en la nueva frontera lingüística de la lengua de Cervantes, y por lo tanto foco de atención de la ANLE, que tiene en el Canadá algunos de sus miembros más valiosos.



