El régimen de Daniel Ortega ha cerrado la sede de la Academia Nicaragüense de la Lengua Española, entidad que lleva 94 años de existencia ocupándose del lenguaje y la cultura nacional. Este atropello forma parte del plan de cierre de universidades privadas, 83 organismos y asociaciones de la sociedad civil y 356 oneges anuladas desde 2018.
La Academia Nicaragüense de la Lengua, con sede en Managua, obtuvo su personalidad jurídica el 8 de agosto de 1928, hace 94 años. Sin embargo, el pasado 25 de mayo, el diputado del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) Filiberto Rodríguez presentó una iniciativa de decreto legislativo a la Asamblea Nacional para cancelar la personería jurídica de 83 organizaciones sin fines de lucro, entre las que se destaca la Academia Nicaragüense de la Lengua Espanola.
El régimen de Ortega tiene el control total del Legislativo. El argumento presentado por el legislador Rodríguez es que esas ONG no se inscribieron como agentes extranjeros «siendo sujetos obligados» de acuerdo con la Ley de Regulación de Agentes extranjeros.
La Real Academia Española (RAE) dice en un comunicado:
La Academia Nicaragüense es una institución fundamental para el cuidado de la lengua que ha llevado a su más alto grado de excelencia escritores del país como los maestros Rubèn Darío, Alfonso Cortés, Ernesto Mejía, José Coronel Urtecho, Lizandro Chavez, Ernesto Cardenal, Pablo Antonio Cuadra, entre otros. Desarrolla una labor incansable en beneficio directo del pueblo que es el dueño del idioma y cumple una función imprescindible en el concierto internacional como parte de las Academias de la Lengua Española (ASALE) a cuyo trabajo mancomunado contribuye de manera ejemplar. La cooperación de Nicaragua a la acción de la ASALE promueve el idioma común como el mejor instrumento de diálogo, concordia y entendimiento entre los pueblos hermanos.
Por todas estas razones la RAE, que defiende las libertades de pensamiento, expresión y asociación como los primeros valores de cualquier sistema de convivencia, respalda y reivindica enérgicamente el legítimo derecho de la Academia Nicaragüense de la Lengua a servir a sus conciudadanos y hacer posible la participación de Nicaragua, en términos de igualdad, en la preservación del bien cultural superior tanto de la propia nación como de la comunidad de naciones y pueblos que comparten la misma lengua hoy patrimonio común de casi seiscientos millones de personas en todo el mundo.
En solidaridad con los Académicos de Nicaragua se han pronunciado las Academias de los distintos países Americanos entre ellos la Academia de Argentina, de Chile, de Ecuador y la Academia Norteamericana de la Lengua Española ANLE, a traves de las palabras de su director Carlos Paldao.
En lugar de conservar nuestro idioma y nuestra historia se prefiere la ignorancia.Forma de estos gobiernos para dominar al pueblo.