“De la India a París en un armario de Ikea” (L’Extraordinaire voyage du faquir) es una adaptación del best-seller de Romain Puértolas “El increíble viaje del faquir que se quedó atrapado en un armario de Ikea” (editado en España por Grijalbo), dirigida por el canadiense Ken Scott (“Starbuck”) y protagonizada por Dhanush (“Raanjhanaa”), Bérénice Bejo (“The Artist”), Gérard Jugnot (“Los chicos del coro”) y Barkhad Abdi (“Capitan Phillips”).
A la muerte de su madre, Aja, joven estafador de Mumbai, emprende un extraordinario viaje en busca del padre que no conoció. Encuentra el amor en París en un almacén de muebles suecos, el peligro en compañía de los migrantes somalíes en Inglaterra, la celebridad en una pista de baile en Roma, la aventura en un viaje en globo sobre el Mediterráneo y finalmente comprende donde está la verdadera riqueza (en el amor, para que no queden dudas) y qué desea ser en el futuro.
El accidentado y sorprendente viaje de este faquir es una epopeya maravillosa, una road movie encantadora, relato de iniciación, comedia romántica para todas las generaciones y drama social que esboza las cuestiones de la emigración clandestina y la pobreza, lleno de divertidas aventuras.
Habrá quien piense que la historia está demasiado edulcorada o que contiene demasiados tópicos. Confieso que me gustó más la novela, pero eso pasa frecuentemente cuando se conoce antes el libro que la película.
Ken Scott ha sabido mantener la magia y el tono crítico burlesco de la historia y “mantener hábilmente el cursor entre la comedia y la dimensión social”, dirigiendo un casting internacional compuesto por un indio tamul, dos franceses y un estadounidense-somalí, rodando en tres continentes y ofreciendo imágenes de Nueva Delhi, Roma o París que a veces parecen auténticas tarjeta postales. Con todo ello ha conseguido realizar un cuento optimista que tiene mucho de mágico y poético, y el indispensable toque kitsch del cine de Bollywood, al que parodia.