Teresa Gurza[1]
Cómo estarán en el mundo de mal las cosas, que la ONU ha tenido que fijar el 11 de octubre de cada año como Día Internacional de la Niña.
La propuesta la hizo Canadá en 2009, se conmemora desde hace seis años, y tiene como objetivo fomentar el reconocimiento de los derechos humanos de las niñas para aminorar los problemas que enfrentan, principalmente en países no desarrollados, donde son discriminadas por su género y edad.
La resolución de la ONU destaca que las niñas han dado al mundo una contribución extraordinaria y que, si se respetaran sus derechos, sus aportes serían mayores. Y que es deber de la sociedad promoverlas y protegerlas para poder romper el ciclo de discriminación y violencia, en el que viven millones de ellas.
No es para menos esa demanda si tenemos en cuenta los siguientes datos:
- El suicidio es la primera causa de muerte de niñas y adolescentes.
- Y la mortalidad materna, la segunda.
- Alrededor de 31 millones de niñas no van a la escuela.
- Y cuando los recursos del hogar son limitados, se prioriza la educación y alimentación de los hijos hombres.
- Más de 30 millones de niñas están en riesgo de sufrir la mutilación de sus genitales.
- Y cada siete segundos una menor de quince años es obligada a casarse; generalmente con hombres mayores que las maltratan y a los que temen.
- Actualmente hay en el mundo más de 700 millones de mujeres que se casaron antes de cumplir 18 años.
- Más de 2600 millones de niñas y mujeres viven en países que no prohíben las agresiones sexuales en el matrimonio; y tampoco la violencia física y psicológica, y son las esposas adolescentes las más expuestas.
- Las menores de dieciséis años sufren la mitad de todas las agresiones sexuales que ocurren; y son las principales víctimas de trata y explotación sexual y esclavitud.
- Son niñas, el 26 por ciento de los 21 millones de personas sometidas a trabajos forzados.
- México, de acuerdo con el Sistema Nacional de Protección Integral a Niñas, Niños y Adolescentes (largo nombre para raquíticos resultados) ocupa el primer lugar de la OCDE en violencia sexual infantil.
- Todos los días son asesinados en México tres niños; y en julio de 2018 se registró la tasa más alta en feminicidios desde 2015, con 78 mujeres asesinadas, 10 de ellas niñas.
- América Latina se está convirtiendo en la región con mayor número de niñas casadas; en varios países, los violadores son perdonados si se casan con las víctimas y los padres casan a las que resultan embarazadas para cumplir normas de sus grupos sociales.
- Según UNICEF, Nicaragua, con más de 41 por ciento, República Dominicana, Brasil, Honduras y Guatemala con más del 30, y México con el 26, tienen las más altas tasas de matrimonio infantil en el mundo.
- En 2014, la Ley General de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes estableció en México los dieciocho años como edad mínima para contraer matrimonio, pero las legislaciones de Querétaro, Sonora, Guanajuato, Nuevo León y Baja California permiten matrimonios de menores.
- El 80 por ciento de los 75 000 adolescentes mexicanos que viven en matrimonio son mujeres.
- Y cada día treinta niñas mexicanas de entre 10 y 14 años dan a luz y se convierten en esposas y madres, con obligaciones que no debieran corresponderles.
- De esas treinta niñas, dos tienen entre 10 y 11 años.
- Según la Secretaria de Gobernación, el alza en México de la tasa de embarazos infantil tiene estrecha relación con los abusos sexuales.
- La Secretaría de Salud precisó que menos del 12 por ciento de las niñas con vida sexual activa usan algún método de regulación del embarazo, y que las madres adolescentes, generalmente tienen dos o tres niños.
Y seguramente, digo yo, les espera un aterrador futuro a ellas y sus hijos.
Es muy triste que, igual que lo que sucede con otras cuestiones de la vida nacional, estas estadísticas sean resultado de la falta de educación y del descuido de las autoridades responsables; y consecuencia también, de las continuas imágenes violentas y erotizadas que trasmite la televisión.
En fin, todo me hizo recordar la canción Cuando Agosto era 21, del chileno Fernando Ubiergo y que cantaba Amparo Ochoa, sobre una niña que, al no poder seguir ocultando su embarazo con el delantal escolar, aborta en pésimas condiciones de salubridad; y su familia la encuentra muerta, “boca arriba, con la mirada perdida…”
- Teresa Gurza es una periodista mexicana multipremiada que distribuye actualmente sus artículos de forma independiente