En el norte de Guatemala, en el departamento de Petén, unos investigadores han descubierto, escondidas entre la vegetación, decenas de miles de casas y construcciones mayas, informa Nathalie Mayer en el digital Futura Science. Según los últimos cálculos efectuados por especialistas, se supone que el pueblo maya lo componían entre 10 y 15 millones de personas.
El descubrimiento ha sido posible gracias a los drones y a la técnica del Lidar (Light Detection And Ranging). «Estaban allí y no las habíamos visto», ha manifestado el antropólogo Thomas Garrison, del Ithaca College de Nueva Yok.
El Lidar es un instrumento de teledetección que permite encontrar vestigios en la espesura de la jungla donde, generalmente y gracias a las condiciones ambientales, las ruinas suelen estar bien conservadas.
Estas últimas búsquedas han sacado a la luz una ciudad de alrededor de 2100 kilómetros cuadrados, constituida por unas 60 000 estructuras, entre las que se encuentran lugares ceremoniales y, al menos, una fortaleza con murallas de 10 metros de altura. También han aparecido tierras agrícolas “de dimensiones casi industriales, irrigadas por canales”, lo que avala la hipótesis, acariciada desde hace tiempo por los arqueólogos, de que los mayas fueron una sociedad muy estructurada en torno a un estado organizador.
“El período de la civilización maya, desde 2000 años antes hasta el 250 de nuestra era, sigue reservando multitud de sorpresas”. Las excavaciones financiadas hace ya una década por la Nationl Geographic Society encontraron dos inmensas máscaras de estuco, 120 piezas de jade pulido, un centro de ceremonias de 800 metros, y una estela con inscripciones de hace al menos 2300 años. Según aquellos científicos, la metrópoli de Cival pudo reunir hasta unas 10 000 personas, y tuvo su apogeo en el año 150 antes de nuestra era.