Lo que más llama la atención de esta exposición es la enorme dimensión de las fotografías de las dos salas que albergan la obra de Eamonn Doyle (Dublín, 1969), un fotógrafo irlandés que llega por primera vez a España de la mano de la Fundación Mapfre.
Aquí están las de sus últimos ocho años de trabajo distribuidas en series de títulos enigmáticos: i, ON, End y K. Los fotolibros de estas series se pueden ver también en una vitrina de esta exposición.
Iniciado en el mundo de la pintura, que estudió en el Dun Laoghaire College de Dublín, Eamonn Doyle quedó atrapado en el laberinto de la música electrónica de vanguardia. Puso una tienda de discos, fundó la discográfica D1 Recordings y el sello Dead Elvis e instaló un estudio de grabación en el sótano del viejo edificio que había acogido el negocio familiar, el 14 de Parnell Street, en el mismo centro de Dublín. Entre los músicos de su discográfica destaca David Donohue, quien colaboró en muchos de sus proyectos y es el autor de la música que se puede escuchar en esta exposición.
En 2011, después de veinte años en el negocio de la música, Doyle retomó la fotografía, una vieja afición a la que había dedicado algunos de los mejores años de su vida, en los noventa, viajando a lo largo de los cinco continentes.
Esta vez, en lugar de viajar se dedicó a hacer fotografías de los lugares que tenía más a mano, comenzando por lo que veía desde la puerta de su casa. Lo hizo desde perspectivas inéditas, ángulos insospechados y encuadres originales. El ritmo musical que había ocupado su alma durante años se trasladó ahora a sus fotografías, en las que hacía converger las vibraciones de su vida cotidiana con su interés por la música y la literatura (en especial Samuel Beckett). A lo que hacía lo llamaba “grabaciones fotográficas”.
Series inquietantes y enigmáticas
En ‘i’ se recogen figuras solitarias fotografiadas en la dublinesa O’Connell Street. Destacan los colores que fijan la textura de las ropas y las actitudes de los personajes retratados, solos y silenciosos. En ‘ON’, en cambio, domina el blanco y negro en las fotografías de las personas, tomadas desde contrapicados para destacar una presencia imponente.
‘End’ es el final. Personas que parecen errar inconscientes en calles de Dublín que podrían ser las de hoy mismo, pero también las de ayer y las de mañana.
Junto a estas series se puede ver la titulada ‘Visita de Estado’, compuesta por imágenes de cientos de tapas de alcantarillas fotografiadas en vísperas de la visita de la reina de Inglaterra Isabel II a Irlanda en 2011. Están marcadas con trazos de pintura que indican que han sido revisadas por las fuerzas de seguridad.
Una de las salas está ocupada en su totalidad por una inquietante serie de fotografías a la que Doyle ha puesto el título de ‘K’. La muerte prematura de un hermano y la de su madre años después abocaron a Doyle a realizar esta serie aludiendo a la tradición irlandesa del Keening, un lamento vocal por los muertos para el que Donohue compuso música basada en canciones tradicionales. Es la que se escucha en la exposición.
En ‘K’ se recogen una serie de figuras espectrales envueltas en mantos de colores distintos, tomadas en la costa oeste de Irlanda y en Extremadura. Con esta serie Doyle pretende enlazar las conexiones entre el pueblo marinero irlandés de Connemara con los del norte de África y el oeste de la Península Ibérica.
En una de las salas se ha instalado un video-miriorama titulado Made in Dublin, que se emite a través de nueve pantallas, con secuencias que se despliegan a lo largo de la ciudad de Dublín.
Ficha de la exposición
- TÍTULO. Eamonn Doyle
- LUGAR. Fundación Mapfre. Sala Bárbara de Braganza
- FECHAS. Hasta el 26 de enero de 2020
