Las autoridades sudanesas han detenido a cinco periodistas y expulsado a seis corresponsales en las últimas horas.
Además se han emitido órdenes de arresto contra 38 periodistas, 28 de ellos residentes en el extranjero por “incitación y difusión de noticias falsas”, lo que conlleva una posible sentencia de tres años.
Entre los últimos cinco detenidos están Gurashi Awad y Kamal Karrar de Al Midan, Adil Ibrahim de Al Yarida y Ogeel Naaim de Al Mijhar al-Siyasi.
Entre los ya anteriormente detenidos se encuentra el premiado periodista Faisal Mohamed Salih, de 62 años, quien fue golpeado. También Yassir Abdallah del periódico Al-Sudani, así como el poeta Mohamed Taha El-Gaddal quien fue encarcelado y golpeado.
También el Gobierno revocó las credenciales de seis periodistas extranjeros que estaban cubriendo las manifestaciones derivadas de la revuelta del pan iniciada hace ya más de un mes, el pasado 19 de diciembre de 2018.
Los corresponsales extranjeros cuyo permiso ha sido revocado son: Osama Ahmed y Ahmed Alrehaid además del cámara Badawi Bashar, todos ellos de la cadena catarí Al Jazeera; Saadedín Hassan de Al Arabiya; Bahram Abdel Moneim y el fotógrafo Mahmoud Hajjaj de la agencia turca Anatolia.
La cadena Al Jazeera ya ha denunciado la decisión arbitraria de las autoridades sudanesas y solicita la devolución de la acreditación. Previamente, ya se había expulsado al corresponsal de la cadena televisiva Al Arabi.
El coordinador del Comité de Protección de los Periodistas (CPJ, siglas en inglés) para Oriente Medio y África del norte, Sherif Mansour señaló que es especialmente “irónico que a los periodistas de Al Jazeera se les niegue el derecho a informar mientras que el presidente Omar Al Bashir viaja a Catar”.
Precisamente el emir de Catar, Al Thani, apoyó expresamente al presidente sudanés que lleva casi treinta años en el poder y está acusado por la Corte Penal Internacional (CPI) de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio por la brutal represión ejercida en la provincia de Darfur por lo que sus salidas al exterior son contadas, la última antes de Catar fue a Siria.
Por su parte, Reporteros sin Fronteras (RSF) ha denunciado más de un centenar de violaciones a la libertad de prensa desde que se iniciaron las protestas con la detención de 66 periodistas y 34 casos de secuestro de periódicos.
Mientras, la represión continúa con más de 40 víctimas y 2000 detenidos según la oposición y 24 muertos y 800 detenidos según las autoridades. Las calles siguen en protestas masivas y siguiendo los lemas de la primavera árabe «El pueblo quiere que el régimen caiga» (Al shaab yurid is yaat an nizam, en árabe) y un poema se sigue propagando: “Decenas de personas son sacrificados públicamente en mi país; Entonces ¿por qué el mundo hace la vista gorda? ¿Es mi muerte diferente a la suya? ¿Por qué? ¿Por qué no atrae la mención diaria? ¿O no es lo suficientemente sangriento para llamar la atención?”
Por otra parte, Unicef ha denunciado que niños han sido asesinados, heridos o detenidos desde el inicio de las protestas y ha reclamado protección para la infancia.