Bajo el lema, «Cobertura Sanitaria Universal, para todos en todas partes», la Organización Mundial de la Salud (OMS), celebra su día, 7 de abril y por ello solicita a los líderes mundiales que realicen un esfuerzo para garantizar dicha atención sanitaria universal para todas las personas.
La salud, según define la OMS, que definió su constitución en 1948, nació para garantizar el principio básico de igualdad para que todas las personas pudieran hacer efectivo su derecho al grado máximo de salud; es decir, el estado de completo bienestar físico, mental y social; no solamente la ausencia de enfermedades, patologías y afecciones. Es por tanto un derecho; uno de los derechos fundamentales de todo ser humano; y lograr el grado máximo de salud es el fin último.
A pesar de que han pasado setenta años de aquella promulgación de derechos en donde se conmemoraba no solo el día mundial de la salud sino el compromiso histórico que avalaba la OMS, hoy en día, no puede garantizar la salud de todas las personas en cualquier lugar del planeta. Tener acceso a la misma sin perder calidad de vida ni pasar apuros económicos, no es una realidad.
Países en donde existen epidemias, reina la pobreza extrema y existe hambruna hace que necesariamente sus habitantes no tengan salud. En las Naciones Unidas se ha reconocido una resolución que garantiza que la salud de hecho es esencial para el desarrollo sostenible pero esto aún es la teoría. La OMS recuerda que la cobertura sanitaria universal se logra si existe una firme determinación política y estamos muy lejos de poder garantizarla.
400 millones de personas; es decir, uno de cada 17 ciudadanos del mundo no tiene acceso a los servicios sanitarios esenciales, afirma el director general de la OMS, Tedros Adhanom.
Nadie debe elegir entre la muerte y las dificultades económicas; entre comprar comida o medicamentos. Al menos la mitad de la población mundial no puede recibir estos servicios esenciales de salud aunque si bien es cierto que los páises más ricos no pueden hablar en los mismos términos esto no es igual en el tercer mundo.
Europa, América Latina y algunas zonas de Asia tienen niveles aceptables de acceso a los servicios de salud aunque las familias destinan al menos el 10 % del presupuesto familiar a estos gastos. La OMS recuerda, que garantizar el acceso a la cobertura sanitaria no es sinónimo de atención gratuita, ya que ningún país, recuerda, puede proporcionar gratuitamente de manera sostenible todas las atenciones necesarias a los enfermos.
Por ello, piden a los líderes mundiales que se respeten los compromisos que fueron contraídos cuando acordaron los objetivos de desarrollo sostenible en 2015 y que se comprometan a adoptar medidas concretas para promover la salud de todas las personas en cualquier lugar. A lo largo de este año, la OMS tiene como objetivo primordial inspirar, motivar y guiar a las partes interesadas en la cobertura sanitaria universal para que contraigan compromisos y los cumplan.
Médicos del Mundo lamentan que España se esté alejando de la cobertura sanitaria universal y les llama la atención la grave desigualdad que existe en el país por razones económicas. No dejar a nadie al margen y atender sus necesidades básicas implican también las sanitarias, añaden.
En los presupuestos generales del estado 2018, España destinará el 5.8 % del producto interior bruto (PIB) a las partidas de Sanidad; cerca de un 4% de incremento con respecto al año anterior. Aún así, muchas familias no pueden pagar la seguridad social; autónomos sin empleo y otras circunstancias personales que han dejado a muchos ciudadanos sin la atención primaria básica.