Doña Soraya del viejo régimen

Con el sentido de la oportunidad y diligencia informativa habitual entre los redactores de eldiario.es -una empresa en crecimiento frente a los achaques que afectan a la mayoría-, dos de sus periodistas pillaron a la vicepresidenta del Gobierno de España, Soraya Sáenz de Santamaría, emulando a la exlideresa Esperanza Aguirre en la infracción de estacionar su vehículo -en este caso oficial- en el carril-bus/taxi de la Gran Vía madrileña.

Soraya Saenz de Santamaría

Tanto su coche y como el de sus escoltas prolongó su estancia durante doce minutos -los empleados por Sáenz para comprar en unos grandes almacenes-, con la intermitencia en marcha y sin que un agente de vigilancia municipal se apercibiera de ello u osara imponer a tal comitiva la correspondiente sanción, según hiciera un compañero suyo con doña Esperanza, con persecución incluida hasta el mismo domicilio de esta señora.

Recientemente, como es sabido, el Ayuntamiento de la capital del reino decidió que durante este mes -con motivo de las fiestas navideñas- esa importante arteria de Madrid fuera transitada únicamente por el transporte público. Pudiera parecer lo de doña Soraya una provocación, por lo tanto, al ocurrir el percance días después de que se tomara esa medida, que ha reducido en un 30 por ciento la contaminación en la zona.

Habiendo quedado constancia pública de la infracción, sería de esperar una disculpa pública por parte de doña Soraya. Como no se ha dado hasta el momento, ni es de esperar que ocurra porque ella considera que nadie le ha de dar lecciones de democracia -según dijo en el Congreso al día siguiente a Pablo Iglesias-, su actitud encaja dentro de las propias de los gobernantes del viejo régimen. Hizo mal su gobierno en eliminar la asignatura de Educación para la ciudadanía porque doña Soraya no tiene vergüenza por carecer de ella.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.