La justicia sentencia como culpables del delito de injurias a los políticos que acusaron de genocida al presidente de Ecuador
Cléver Jiménez Cabrera, Fernando Alcibíades Villavicencio Valencia y Carlos Figueroa fueron encontrados culpables del delito de injurias contra el presidente de la república Rafael Correa. Los políticos acusaron sin pruebas al mandatario de genocidio por ordenar supuestamente disparar contra ciudadanos el 30 de septiembre de 2010, informa Andrés Reliche desde Quito.
En aquella fecha, el presidente Correa se encontraba retenido en un hospital policial donde se había refugiado al ser atacado por una turba de uniformados sublevados. El jefe de Estado fue rescatado en un operativo de fuerzas especiales en horas de la noche.
Lucy Blacio, jueza especializada de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, impone en una sentencia, una pena de prisión de un año y medio y una multa de 31 dólares a Jiménez y Villavicencio. Mientras a Figueroa, lo sentenció a seis meses de prisión y una multa de ocho dólares. Ver sentencia
También, dispone la suspensión de sus derechos de ciudadanía por el tiempo igual a la condena conforme el artículo 60 del Código Penal. Se reconoce el derecho de la víctima a su reparación integral, disponiendo que los ciudadanos querellados José Cléver Jiménez Cabrera, Carlos Eduardo Figueroa Figueroa y Fernando Alcibíades Villavicencio Valencia ofrezcan disculpas públicas al ciudadano Rafael Correa Delgado, por los medios de comunicación escritos, televisivos y radiales.
Además, la publicación por cuatro medios de prensa (2 públicos y 2 privados) de mayor circulación de un extracto de la sentencia en su parte considerativa y resolutiva, y como reparación económica se dispone el pago de una remuneración actual del ciudadano Correa calculada por cada uno de los meses desde el 4 de agosto de 2011, fecha en que se presentó la denuncia calificada como maliciosa y temeraria, hasta la notificación de la sentencia.
En 2012 el conjuez Richard Villagómez desestimó la demanda y la declaró como “maliciosa y temeraria”. Con esos argumentos, Correa presentó la contrademanda.
El 4 de agosto de 2011, Jiménez, Villavicencio y Figueroa presentaron ante la Fiscalía del Estado una denuncia en la que acusaban al presidente Correa de varios delitos, incluidos algunos considerados de lesa humanidad, tipificados en el Estatuto de Roma.
En su denuncia afirman que el 30 de septiembre, Rafael Correa fingió un auto secuestro y que en un momento determinado salió del Hospital de la Policía Nacional, se fue al frente a la Universidad Técnica Equinoccial acompañado de un funcionario de Gobierno y allí mantuvo una plática con el rector de esa institución educativa. Que luego desde allí, ordenó disparar a mansalva contra ciudadanos indefensos.
También, aseguraban que el primer Mandatario, lleno de odio y venganza contra el pueblo ecuatoriano, no solamente que ordenara disparar, sino que se solazaba ante semejante acontecimiento. Jiménez indicó que se mantenía en sus acusaciones.