EE. UU: un párroco fumiga a sus feligreses con agua bendita desde un avión

Para estar seguro de que su bendición llegara «a todo el mundo», el párroco de la iglesia de Santa Ana de Abbeville, en Luisiana, Estados Unidos, decidió llenar de agua bendita el depósito de un avión agrícola, usado habitualmente para pulverizar pesticidas en los campos, y sobrevolar la localidad, el sábado 21 de diciembre de 2019, arrojando el agua sobre los habitantes y los lugares emblemáticos, como escuelas, iglesias, granjas y supermercados, según la información publicada por el digital Huffington Post.

avioneta-fumiga EE. UU: un párroco fumiga a sus feligreses con agua bendita desde un avión

«Ya había utilizado cubos de agua bendita pero nunca tanta agua como esta vez», ha dicho el joven párroco de Santa Ana, Matthew Barzare, para quien esta bendición efectuada con 378 litros de agua ha sido la mejor solución para evitar que los feligreses tuvieran que desplazarse hasta la parroquia en estas fiestas tan familiares, o que fuera él quien tuviera que desplazarse para llegar hasta ellos.

“Pensamos que regar el pueblo y los campos era lo mejor, y la forma más simple de evitar que yo tuviera que desplazarme en coche hasta los diferentes lugares”.

Muy satisfecho, el párroco asegura que piensa repetir el año que viene, y que lo hará con una carga de mil litros.

Según el periodista Robin Tutenges, quien ha comentado la noticia en el digital francés Slate, es posible que el párroco americano haya copiado la idea de unos colegas rusos que ejercen su ministerio en una iglesia de la ciudad de Tver, al noroeste de Moscú.

Allí, en los primeros días de 2019, tres sacerdotes ortodoxos arrojaron agua sobre la localidad por el mismo procedimiento, aunque en este caso el objetivo era otro: que el agua bendita acabara con los dos “pecados” que asolan la ciudad, el alcoholismo y la fornicación. Para ello pulverizaron setenta litros aprovechando el “día de la sobriedad” en Rusia.

La misma idea la ha tenido también el obispo Rubén Darío Jaramillo Montoya, quien quiere exorcizar desde el aire a los habitantes de Buenaventura, en Colombia, para ver si consigue erradicar “el mal” que provoca un aumento creciente de asesinatos. Para lograrlo, según la información difundida por la emisora local Blu Radio, para “echar a los demonios”, va a arrojar gran cantidad de agua bendita desde un helicóptero de la Marina Nacional.

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