A tan solo una hora de Paris, en el Museo Louvre de Lens, ha merecido la pena descubrir “El imperio de las rosas”, exposición histórica del arte persa del siglo XIX.
Se trata de la primera retrospectiva presentada en Europa, consagrada al fastuoso desarrollo del arte durante la dinastía Qajar en Irán (1786-1925). En 1998 se había celebrado en Nueva York y en Londres una exposición dedicada solamente la pintura, pero la exposición de Lens reúne ahora el conjunto de la producción artística de esa época.
El imperio de las rosas, un viaje al Irán del siglo XIX
El arte durante la dinastía Qajar, de origen turco mongol, al igual que anteriormente en las cortes europeas, se desarrolla en Irán al servicio y protegido por el poder autocrático y corrupto que se debate frente a las presiones expansionistas de Rusia y de Gran Bretaña.
El mecenazgo artístico al servicio de la corte y del soberano caracteriza este oscuro periodo de la historia de Irán, producción artística minimizada durante largos años por los expertos, por considerar que era un arte persa muy influenciado por la cultura occidental.
En un país empobrecido y entregado al poderío de las potencias extranjeras, el palacio de Golestan o Jardín de las rosas, es el símbolo absoluto de la dinastía Qajar, que instala en Teherán la capital de su imperio. Un estilo arquitectónico que combina también las bellas artes persas tradicionales con la técnica europea del siglo XVIII. El palacio Golestan fue declarado patrimonio universal de la Unesco en 2013.
El titulo de la exposición que se refiere al Golestan, es al mismo tiempo una referencia a la obra del poeta persa Saadi (1210-1291), traducida por el orientalista André de Ryer con el titulo de “El imperio de las rosas”.
En el marco de la arquitectura modernista del Museo Louvre de Lens, la escenografía de esta exposición de arte persa ha sido confiada al costurero francés Christian Lacroix.
Lejos de una reconstitución fiel del celebre palacio del Golestan, prefiere Lacroix dar libre curso a su imaginación jugando con los colores de las salas (verde, rojo, azul y amarillo) y las grandes perspectivas y aperturas de una sala a otra, para dar un aspecto a la vez moderno y monumental a su deambular por un imaginario palacio Qajar.
El nexo de unión entre Oriente y Occidente, entre la civilización persa y Europa está presente desde la primera sala de la exposición, con la mirada de artistas y escritores, viajeros como el arquitecto Pascal Coste o el pintor Jules Laurens, fascinados por el orientalismo.
Mas de 400 obras, procedentes de museos y colecciones privadas, en gran parte presentadas por vez primera en Lens, componen esta exposición cuyo recorrido nos lleva de la pintura a la cerámica, del arte textil al artesanado de tapices y alfombras, de las joyas y lujosas vajillas, armas o candelabros, mobiliario o decoración de puertas y ventanas, de la litografía y la caligrafía a la fotografía en la época Qajar, o la evocación de la música y de la poesía persa.
La religión y los rígidos retratos de los monarcas en el poder son evidentemente fuente de inspiración obligada en la pintura Qajar, pero también toda una iconografía femenina, en donde las referencias a la cultura persa, se cruzan a menudo con las influencias de la pintura occidental.
De la técnica tradicional de la miniatura persa, al oleo o la acuarela sobre materiales diversos, la pintura en la época Qajar es influenciada en el siglo XIX por la irrupción de la fotografía y la influencia occidental con el aprendizaje de la perspectiva y del retrato.
La galería del tiempo en el Louvre de Lens
El Museo Louvre de Lens, inaugurado en diciembre de 2012, está situado en el centro de la antigua cuenca minera en la ciudad de Lens. Su estructura modernista concebida en cristal y aluminio fue diseñada por el estudio de arquitectos japoneses Sanaa.
La exposición permanente de este anexo descentralizado del Museo del Louvre, está concentrada en la denominada “galería del tiempo”, que reúne en una inmensa sala abierta de 3000 metros cuadrados, un resumen o antología de cinco mil años de la historia del arte, desde el invento de la escritura en Mesopotamia, de Oriente a Occidente, Egipto, Grecia, el imperio romano, la edad media, el mundo cristiano y musulmán, hasta comienzos de la revolución industrial en el siglo XIX.
Mas de 200 obras maestras , expuestas de forma cronológica y poniendo en paralelo el desarrollo del arte a través del mundo en cada época y cada civilización, constituyen esta invitación a viajar en la galería del tiempo.
Situado en un parque de 20 hectáreas, el Museo de Lens, es a la vez una invitación a descubrir los talleres de restauración y las reservas del Museo del Louvre, abiertas al publico en visitas guiadas y comentadas.