El Arzobispo de Tánger, Santiago Agrelo, ha sido el único miembro de la jerarquía de la Iglesia española que se ha pronunciado públicamente sobre la sentencia del caso de La Manada.
En una red social escribió sobre la sentencia del caso: «La manada abusó sexualmente de una mujer indefensa. Me pregunto si la sentencia de la APN no representa un nuevo abuso contra esa misma mujer. Esa mujer, que un día se vio desvalida ante la fuerza física, hoy se habrá sentido más desvalida aún frente a la fuerza de la ley».
El franciscano lleva once años ejerciendo en Tánger –los cumplió el pasado 11 de abril- y este año, ya con 75 años, se jubila por lo que será retirado del cargo en cuanto el papa Francisco nombre a un sucesor y entonces se trasladará al convento de Santiago de Compostela como ha manifestado públicamente.
Es muy conocido por su defensa de los inmigrantes así como por sus críticas a la política informativa de la cadena eclesial 13TV. Ha escrito un libro de poesía y ha sido el último arzobispo en participar en el Congreso de Teología, organizado por los teólogos de la asociación Juan XXIII, que preside Juan José Tamayo, teólogo recientemente jubilado como profesor en la Universidad Carlos III.
En la Iglesia también se hizo público el apoyo de las monjas carmelitas del convento de Hondarribia (Guipúzcoa). En su mensaje escribieron: «Nosotras vivimos en clausura, llevamos un hábito casi hasta los tobillos, no salimos de noche (más que a Urgencias), no vamos a fiestas, no ingerimos alcohol y hemos hecho voto de castidad. Es una opción que no nos hace mejores ni peores que nadie, aunque paradójicamente nos haga más libres y felices que a muchos».
«Y porque es una opción LIBRE, defenderemos con todos los medios a nuestro alcance (este es uno) el derecho de todas las mujeres a hacer LIBREMENTE lo contrario sin que sean juzgadas, violadas, amedrentadas, asesinadas o humilladas por ello. HERMANA, YO SI TE CREO», añaden.
La Conferencia Episcopal no se ha pronunciado públicamente sobre este mediático caso.