Rafael Rodríguez-Ponga, secretario general del Instituto Cervantes, y Pedro de Andrés, presidente del Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), han firmado en Madrid un convenio por el que ambas entidades se comprometen a colaborar tanto en la difusión y promoción de la cultura en español como en la defensa de los derechos de propiedad intelectual de los autores y editores españoles.
Por una parte, CEDRO se compromete a formar e informar a todos los centros del Cervantes sobre los principios básicos de los derechos de autor y su aplicación práctica. Y por otra, el Instituto dará a conocer entre sus profesores conlicencia.com, la plataforma de venta en línea de licencias de pago por uso de contenidos de libros, revistas y periódicos del repertorio de CEDRO.
Además, el Instituto Cervantes suscribirá la licencia que permitirá a todos sus centros reutilizar de forma legal, a través de copias en papel o digitales, los contenidos que utilizan en su actividad docente y que pertenecen al repertorio de CEDRO.
Rafael Rodríguez-Ponga considera que no se concibe la difusión de la cultura española en el mundo sin preservar los legítimos derechos de propiedad intelectual de autores y editores, un principio que es irrenunciable para el Instituto Cervantes, que lo respeta y lo hace respetar en todos sus centros, situados en más de 70 ciudades del mundo.
«Este es uno de los convenios más importantes que hemos firmado últimamente», ha dicho Rodríguez-Ponga, porque afecta a todos los empleados del Instituto y a los alumnos, y extiende su ámbito a todos nuestros centros en el mundo. El acuerdo, ha explicado, «ampara jurídicamente» todas las reproducciones, tanto físicas (fotocopias) como digitales, de libros y de otras publicaciones.
Por su parte, Pedro de Andrés ha asegurado que «esta colaboración se suma a la que viene prestando el Instituto Cervantes desde hace años para que la enseñanza del español en el exterior se lleve a cabo de forma responsable con los derechos de propiedad intelectual de los autores y editores».
Para el presidente de CEDRO, «el español es un gran activo» y «la edición en español es el nexo con los países hispanohablantes y una fuente de desarrollo sostenible en términos culturales y económicos».
Este nuevo acuerdo se integra en el convenio de cooperación que el Instituto Cervantes y CEDRO suscribieron en 2005, y supone un paso más en favor de la creación textual, la producción editorial española y el fomento de la concienciación social por el respeto de los derechos de autor.