El Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de Marruecos ha elaborado un informe sobre las protestas del movimiento popular «Hirak» en la región del Rif. El texto pide la publicación de los resultados de las investigaciones sobre las denuncias de tortura e insta al Estado a investigar ciertos casos.
Su publicación ha sido validada en la segunda asamblea general del Consejo, como parte de un informe sobre la situación de los derechos humanos en Marruecos en el año 2019.
El documento, de unas cuatrocientas páginas, es el «resultado de meses de largo trabajo, tanto en términos de investigaciones como de verificación cruzada de la información”, explican desde el CNDH, un organismo semioficial que preside Amina Bouayach.
Desde octubre de 2016 hasta marzo de 2017, la CNDH habló de «protestas pacíficas que duraron unos seis meses, uno de los períodos más largos registrados en la historia de las manifestaciones pacíficas en Marruecos». Las protestas se dividen en dos fases, de octubre de 2016 a marzo de 2017, siendo pacíficas, y una segunda fase que vio la violencia; en concreto, señalan que los mayores conflictos se produjeron entre el 26 de marzo y el 20 de julio de 2017.
El Consejo cita «814 manifestaciones, incluidas 340 que requieren supervisión especial», de ellas sesenta manifestaciones fueron disueltas, menos del diez por ciento de todas ellas. El informe agrega que cuatrocientas personas fueron arrestadas, incluidos 129 menores, y recuerda que hasta marzo de 2020, 49 personas todavía están cumpliendo una pena de prisión. En esta parte, el documento se centra principalmente en la policía, mencionando que hubo 788 miembros de las fuerzas públicas heridas, sin indicar el número de heridos entre los manifestantes.
El informe recuerda el incidente que condujo a la detención de Naser Zafzafi, quien había interrumpido una predicación y llamó a un imán «charlatán», a finales de mayo de 2017 y que dio inicio a la represión del Hirak. En esta parte se da cuenta de la muerte del manifestante Imad El Attabi, de veinticuatro años, por las fuerzas de seguridad.
El CNDH dedica gran parte del informe a las denuncias de tortura. Así, los clasifica en cuatro categorías: aquellos que presentan elementos de tortura (tres casos); denuncias de uso excesivo de la violencia (nueve casos, incluido el del líder de la revuelta, Naser Zafzafi); denuncias de trato cruel o inhumano (tres casos) y situaciones donde la violencia no ha sido probada (más de 27 casos).
En sus conclusiones, el CNDH considera que «la demora en el diálogo con los miembros del Gobierno y su ausencia virtual con funcionarios electos en la región durante un período de seis meses, afectó negativamente la conducción de las manifestaciones», añadiendo que «se podría decir que el Gobierno se caracterizó por la ambigüedad, inconsistencia o falta de acuerdo entre las denuncias y las solicitudes de liberación de los detenidos en relación con los acontecimientos de Alhucemas».
El informe señala que se ha abierto una «investigación sobre las denuncias de algunos de los acusados por la violencia a la que fueron sometidos cuando fueron arrestados por la policía judicial de Alhucemas».
El CNDH considera que los acusados y su defensa «no fueron informados de los resultados de esta investigación. El Consejo observa que los casos de denuncias de tortura no se han debatido suficientemente durante los juicios».
A este respecto se insta «a las autoridades competentes a investigar más a fondo los casos en que el Consejo ha considerado que puede haber elementos de tortura y trato cruel e inhumano, de manera que se garantice el derecho de los interesados a un recurso».
El Consejo también solicita a las autoridades competentes que «publiquen los resultados de esta investigación».
El informe recoge que hay más de 300 000 publicaciones en las redes sociales sobre las protestas del Rif y solo 10 000 muestran contenido violento o de odio. La parte final del texto recoge 63 conclusiones y 32 recomendaciones.
Huelga de hambre
Por otra parte, las familias de los detenidos de Hirak están en huelga de hambre de 48 horas en solidaridad con los presos del Rif, según anunció la asociación Thafra el pasado 5 de marzo.
En solidaridad con Naser Zafzafi y Nabil Ahamjik, quienes están en huelga de hambre, la asociación Thafra, presidida por Ahmed Zafzafi (padre de Naser Zafzafi), por lealtad y solidaridad con los detenidos de Hirak anunció que las familias de los detenidos de Hirak, «sus amigos y varios activistas han decidido iniciar una huelga de hambre de 48 horas a partir de esta semana».
La estructura asociativa explica en una red social que esta acción ocurre mientras “los detenidos luchan por sus derechos fundamentales, a saber: reunir a todos los detenidos, poner fin a las restricciones, tener acceso a la atención médica, a las comunicaciones telefónicas, periódicos, libros y revistas, y poner fin al maltrato que sufren..»
Mientras, la Delegación General para la Administración y Reintegración de Prisiones (Dgapr) respondió que las palabras del padre de Nasser Zefzafi «carecen de fundamento» y que su hijo solo estuvo tres días en huelga de hambre amenazando con acciones legales contra Ahmed Zafzafi.
[…] de que un médico forense designado por el Consejo Nacional de Derechos Humanos lo visitara en prisión en 2017, se escribió un informe en el que se señalaba que sus denuncias de maltrato policial eran […]
[…] de que un médico forense designado por el Consejo Nacional de Derechos Humanos lo visitara en prisión en 2017, se escribió un informe en el que se señalaba que sus denuncias de maltrato policial eran […]
Extraña, pero no nos sorprende que en Marruecos su majestad Mohamed VI acepte, proteja y obligue a ciudadanos o ciudadanas a expresarse en libertad, a defender o reivindicar sus derechos y aplique, con toda rigidez la LEY mordaza de forma dictatorial. Que permita torturas y encarcele a periodistas o ciudadanos que las denuncien. ¿ Cuando se producirá el cambio hacia la libertad y la democracia en Marruecos ? Solo el Rey, sus adláteres o adulones, entre otros actores, radicales y adictos al pesebre real, lo sabrán.