El mítico festival de Woodstock (verano de 1969), celebrado en un terreno fértil y desde entonces también mítico situado a 160 kilómetros al norte de Nueva York, se dispone a celebrar las bodas de oro de su primera edición.
Renaciendo de sus cenizas, y en el que debe hacer el número cuatro de los festivales del mismo nombre (hubo reediciones con menos carisma en 1994 y 1999) será, según sus organizadores, la promotora de eventos musicales Live Nation, “tres días de música, cultura, vida y comunidad”, del 16 al 18 de agosto de 2019, en un lugar que está por determinar todavía: el Bethel Wood Center for the Arts, erigido en el emplazamiento de la primera edición no se ha considerado adecuado .
Imposible reproducir el programa de aquella primera edición, cuando los asistentes (mayoritariamente integrantes del movimiento hippie en pleno auge en Estados Unidos) tuvieron la fortuna de ver actuar en vivo a mitos del rock, la psicodelia o el blues, como Janis Joplin o Jimi Hendrix, ambos fallecidos pocos meses después, en 1970, a los 27 años. Pero no es descartable que acudan algunas leyendas todavía vivas, como Joan Baez, Santana, Crosby, Stills & Nash o Neil Young, que darían el necesario “toque vintage” y de prestigio al aniversario.