El fotoperiodista egipcio Mahmud Abu Zeid, conocido como ‘Shawkan’, ya es libre tras haber vivido un calvario de más de cinco años y medio. Fue finalmente puesto en libertad este lunes 4 de marzo tras haber cumplido con creces la condena impuesta.
El abogado Taher Abu al Naser confirmó su puesta en libertad que tuvo lugar a primera hora de la mañana, las 06:00 hora local de la comisaría de Policía de Al Haram, situada en Guiza, cerca de El Cairo.
A la salida de la comisaría fueron a recogerle su padre y hermano. Esa imagen fue difundida por una red social con el mensaje: «¡Bienvenido, asfalto! … Shawkan es libre».
Desde el pasado 17 de febrero, Shawkan se encontraba en la comisaría de Al Haram para firmar su libertad, pero «estaba esperando el permiso de la Seguridad Nacional», indicó el abogado, que desconoce más detalles sobre el retraso del procedimiento.
En sus primeras declaraciones públicas tras ser puesto en libertad manifestó que toca mirar hacia adelante y no pensar en lo sucedido, que le ha reportado graves problemas de salud. «Tengo que mirar hacia adelante y seguir mi camino» sentenció.
Shawkan, de 31 años, se convirtió en todo este tiempo en un símbolo de la defensa de la libertad de expresión en el mundo y especialmente en su país. Durante su largo cautiverio fue galardonado con el premio de libertad de prensa de la Unesco. Además, la sección de fotógrafos del Sindicato de Periodistas de Egipto le otorgó el premio anual 2017 y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, siglas en inglés) le concedió el premio internacional por la libertad de prensa en 2016.
Shawkan fue detenido el 14 de agosto de 2013 mientras fotografiaba la matanza de la plaza de Rabaa al Adawiya, en la que se encontraban miles de seguidores del expresidente Mohamed Mursi, derrocado previamente por los militares el 3 de julio de 2013.
A pesar de que solo estaba cubriendo el desalojo violento fue incluido en la macrocausa junto a dirigentes islamistas y participantes en la acampada de protesta. Fue acusado de nueve cargos, que incluían “el asesinato, el intento de asesinato, la pertenencia a un grupo ilegalizado”, -en alusión a los Hermanos Musulmanes- así como “la participación en una manifestación ilegal y la posesión de armas”.
Aunque fue sentenciado el 8 de septiembre de 2018 a cinco años de prisión, su condena se alargó seis meses debido a que debía pagar supuestamente una multa por «destruir propiedades públicas y privadas».
A pesar de encontrarse ya fuera de la cárcel, su abogado explicó que debe estar otros cinco años «de vigilancia», lo que significa que durante ese periodo de tiempo debe acudir a la comisaría donde permanecerá doce horas, desde las seis de la tarde hasta las seis de la mañana, aunque esos horarios pueden ser modificados por el Ministerio del Interior, precisó.
El fotógrafo egipcio ha trabajado para el diario egipcio Akhbar el Youm, colaborando con las agencias Corbis y Demotix de Londres y sus fotografías habían aparecido en medios como The Sun, Time Magazine, Bild o Die Zeit.
La fuerte presión internacional, tanto de distintos colectivos como Reporteros sin Fronteras –estaba apadrinado por varios periodistas españoles- o Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos y de prensa, así como de numerosas personas a título individual, en Egipto y en el resto del mundo, no ha cejado en ningún momento desde que entró en prisión.
Así, el grupo de trabajo de detenciones arbitrarias de Naciones Unidas consideró su detención como arbitraria, en una declaración en octubre de 2016.
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