El líder del movimiento popular en la región marroquí del Rif, Naser Zafzafi, es uno de los ocho nominados al premio Sájarov 2018 que otorga anualmente y desde 1988 el Parlamento Europeo.
Menos de tres meses después de conocerse su sentencia a veinte años de prisión, Zafzafi opta a este prestigioso premio que reconoce a personas e instituciones que luchan por los derechos humanos y la libertad de opinión. Son necesarios un mínimo de 40 eurodiputados para presentar candidaturas no pudiendo firmar más que por una.
Su candidatura ha sido propuesta por el grupo Izquierda Unitaria Europea/ Izquierda Verde Nórdica que integra, entre otros a Podemos, Syriza, partido gobernante en Grecia, Los Verdes de Alemania y Frente de Izquierdas de Francia.
La eurodiputada francesa Marie Christine Vergiat ha declarado que con su nominación «mostramos nuestra solidaridad con el pueblo marroquí que demanda justicia social, derechos humanos y dignidad».
También ha recibido el apoyo desde Holanda, país que tiene una importante inmigración rifeña, de dos eurodiputadas, una del Partido Laborista, Kati Piri y otra del Partido Verde, Judith Sargentini.
Se da la circunstancia que los padres de Zafzafi han sido invitados a la Asamblea Nacional francesa por dos diputados de la formación Francia Insumisa, que preside Jean-Luc Mélenchon (nacido en Marruecos, en concreto en Tánger).
Hay que recordar que el padre de Zafzafi, Ahmed, también estuvo en España y fue invitado en el Parlamento andaluz por Podemos. En España, también ha sido uno de los trece propuestos al premio internacional Navarra a la solidaridad.
La inclusión de Zafzafi –quien estuvo en huelga de hambre unos días- para el prestigioso premio Sájarov supone, sin duda, un revés para Marruecos, cuyas autoridades no han querido pronunciarse al respecto ni sobre la presencia de los padres del líder del Rif en la Asamblea Nacional francesa aunque la prensa oficial del Majzén lo ha calificado de «acto hostil» e «injerencia dentro de los asuntos internos» de un estado.
El rey Mohamed VI decretó una amnistía con motivo de la fiesta del cordero (Aid El Adha) el pasado agosto para 188 miembros de la revuelta del Rif –de los 400 detenidos- pero no a los principales líderes con mayores condenas. Su perdón vino después de una petición de la hija del mítico caudillo, que declaró la república del Rif, Abd el-Krim (1882-1963).
La candidatura al premio Sájarov serán evaluadas el próximo 27 de septiembre junto a las otras siete, de las que serán elegidas tres. El finalista, que recibirá 50 000 euros de premio, se conocerá el 25 de octubre.
Los otros nominados este año son el cineasta y opositor ucraniano Oleg Sentsov, condenado a veinte años de prisión en Rusia; Dewayne Johnson, el jardinero con cáncer terminal que demandó y ganó a la multinacional Monsanto; la ONG sudafricana Afriforum que protege a las minorías; el abogado alemán de origen turco Seyran Attes, quien lucha por los derechos de la mujer y contra el extremismo; el fotógrafo sirio Cesar, quien ha documentado con más de 55 000 imágenes las atrocidades de la guerra civil en Siria; un total de once oenegés (Proactiva Open Arms, SOS Mediterranée, Médicos Sin Fronteras, Sea-Watch, Sea Eye, Jugend Rettet, Lifeline, MOAS, Save the Children, Refugee Foundation y Proem-aid) que protegen los derechos de los inmigrantes en el Mediterráneo y la activista canadiense antiabortista Mary Wagner, quien sufrió cárcel en su lucha provida.