Curiosidad ante una rueda de prensa convocada por el Museo Thyssen Bornemisza, para anunciar una exposición monográfica del pintor noruego Edvard Munch, que se inaugurará en octubre de 2015, en colaboración con el Munch Museet de Oslo.
Asisten al acto el director y el conservador jefe de este museo, Stein Olav Henrichsen y Jon-Ove Steihaug, junto a Guillermo Solana y Paloma Alarcó, respectivamente director artístico y jefa de conservación de pintura moderna del Thyssen, y Juan Herreros Arquitectos, ganadores de un concurso en 2009 para la construcción del nuevo Museo Munch de Oslo y cuya inauguración en 2018 cambiará la faz de la capital noruega, ya que junto con la nueva Ópera y la nueva biblioteca Deichman ocupará el espacio del antiguo puerto situado en el fiordo de la península de Bjorvika, ahora trasladado a otro lugar. El fiordo será el espejo donde se reflejarán los nuevos edificios emblemáticos de la moderna Oslo.
Lo primero que nos dice Guillermo Solana es que Paloma Alarcó llevaba años insistiéndole en organizar una exposición de Munch, que era el pintor que faltaba para rellenar un espacio en la línea expositiva de pintura moderna del Thyssen. Guillermo Solana era consciente de que tal exposición no podría realizarse sin la contribución del Museo Munch de Oslo, que reune la mayor parte de la producción del pintor noruego más importante de todos los tiempos, y que por esta circunstancia estarían llenos de peticiones de museos de todo el mundo. Finalmente Solana y Alarcó visitaron Oslo con motivo de la exposición conmemorativa del 150 aniversario del nacimiento del artista organizada por el Museo Munch y el Museo Nacional en 2013 y, para su sorpresa, los encontraron totalmente receptivos. La exposición era posible. Siguiendo la línea de la Munch 150 que ha logrado liberar al pintor de los estereotipos a los que se le había sometido y presentarlo como un creador que contribuyó a cambiar el curso de la historia del arte, el proyecto del Thyssen continuará en esa línea de presentarle como uno de los padres del arte moderno.
La exposición presentará unas 70 obras de Munch como pintor, grabador y documentalista. Mostrará una proyección cronológica desde su obra temprana a la de sus últimos años para dar a conocer la fascinante temática de Munch en torno al hombre contemporáneo y su dimensión psicológica. Nada mejor para comenzar la muestra que un cuadro temprano de Munch perteneciente a la colección Thyssen, Atardecer, retrato de Laura.
Preguntado Steihaug si El grito estará presente en la exposición, la respuesta es que aún no está decidido al cien por cien qué cuadros, grabados, etc., vendrán a Madrid, aunque hay muchas posibilidades de que así sea. Lo que si está confirmado es que la exposición del Thyssen será única, no tendrá nada que ver con otras exposiciones de Munch que se han organizado recientemente en la Tate Gallery de Londres o el Pompidou de París.
Juan Herreros explica lo que será este nuevo museo Munch de Oslo de 24.200 metros cuadrados. Se muestran varias diapositivas del proyecto, entre otras la de la nueva skyline del fiordo que será la marca de la ciudad en el futuro. Explica que la inauguración del museo a un plazo tan relativamente largo como 2018 es debido al grado de exigencia y calidad extraordinarios del proyecto, en el que participan cien personas entre arquitectos, consultores y expertos de todo tipo. Esfuerzo más que justificado porque lo que se espera del nuevo Museo Munch es que abra un nuevo capítulo en la vida cultural de Noruega y en la imagen del país en el mundo, así como ser un espacio interactivo para ciudadanos y visitantes, a lo que contribuye un vestíbulo concebido como plaza pública cubierta, condensadora de actividades para todos los públicos, por lo que el museo trasciende su cometido de archivo y custodia del legado del artista.
Comentando con Jon-Ove Steihaug sobre la inspiración de Munch en Goya, sobre todo su obra más emblemática El Grito en la pintura negra de Goya Perro semihundido, confiesa que no le cabe ninguna duda. Le comento que desde siempre la angustia y desesperanza contenidas en el ojo de El perro me han trasladado de forma automática a la misma angustia y desesperanza del personaje de El Grito. “Goya es el mayor inspirador de toda la pintura del siglo XX”, me comenta. “Como que es el pionero de la pintura moderna. –comento- ¿hay alguna conversación con el Prado por parte de ustedes o del Thyssen en el sentido de incluir algún Goya en la exposición de Madrid?” “Creo que no, si puedo decir que mañana visitaremos el Prado».
Sería genial poder ver juntos en el otoño de 2015 El grito y el Perro semihundido en la exposición de Edvard Munch que albergará el Thyssen.