El puente de Kerch, que une la península de Crimea con la Rusia continental estará terminado a lo largo de este año. El miércoles 9 de mayo, coincidiendo con la celebración del 73 aniversario del Día de la victoria sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial, se anunció que se espera abrir provisionalmente el paso a los vehículos.
Sus 19 kilómetros lo convierten en el más largo de Rusia y uno de los mayores de Europa. Se origina en la región de Krasnodar, en la punta Chushka, en la península de Taman, atraviesa un área de dique de cinco kilómetros y la isla de Tuzla, luego cruza el estrecho de Kerch y llega a la costa de Crimea.
El recién investido presidente ruso, Vladimir Putin, señaló durante su última visita a las obras el pasado mes de marzo –cuarto aniversario del reingreso de Crimea a Rusia- que la construcción era “un asunto de prestigio” y que era “una obra de ingeniería única no solo para Rusia”. Las obras se han adelantado respecto a las previsiones existentes.
El acceso de cuatro carriles –dos en cada sentido- estará abierto al tráfico de vehículos y autobuses este mes de mayo –el límite de velocidad será de 90 kilómetros por hora- mientras que los camiones deberán esperar hasta octubre y el paso del ferrocarril está previsto en diciembre de 2019. La infraestructura tendrá capacidad para soportar el tráfico de 40 000 coches al día y 14 millones de pasajeros al año.
La longitud total de las marcas viales será de 117 kilómetros contando con propiedades reflectantes. Los arcos de metal tienen un peso de 10 000 toneladas, que permitirán el paso de vehículos y ferrocarril, están a 35 metros sobre el nivel del mar.
La construcción, iniciada en febrero de 2016, dispone de materiales ultramodernos, un asfalto resistente que se está terminando de colocar y dispositivos antiterremoto que lo protegerá de posibles movimientos sísmicos de hasta 9 grados. Las estructuras metálicas superan las cien mil toneladas y cuenta con 288 soportes -85 de ellos en el mar-. Las luces están terminando de ser instaladas.
Se prevé que aumentará en cinco el número de turistas a Crimea. Actualmente la conexión se hace por ferries entre puerto Kavkaz y puerto Krym. El coste se calcula en unos 250 000 millones de rublos (3330 millones de euros) y supone casi la mitad del presupuesto para la infraestructura vial de toda Rusia.
Como curiosidad durante su construcción se han encontrado en los fondos marinos, material bélico de la Segunda Guerra Mundial. Hay que recordar que la primera idea de construir un puente en la zona fue del ministro alemán Albert Speer (1905-1981) cuando Alemania invadió la zona durante el conflicto bélico.
La construcción del puente será el punto y final del proceso de reintegración del territorio –sólo perteneció a Ucrania desde 1954- a Rusia, tras la celebración de un referéndum en marzo de 2014, convocado por el Parlamento de Crimea, donde tras una participación del 80 %, el sí a Rusia alcanzó el 96%. No obstante, la comunidad internacional no reconoció el referéndum.