Mazatlán ha sido el puerto en el que acaba de recalar el Rainbow Warrior, barco insignia de Grenpeace, que visita el país por primera vez para demostrar que un futuro sustentable es posible.
Durante dos semanas, el barco navegará por aguas nacionales de Puerto Vallarta, Acapulco, Cozumel y Veracruz, para evidenciar que los intereses corporativos, favorecidos por malas decisiones de gobierno, han convertido a México en un paraíso para contaminar.
Por ello, exigirán al gobierno que conduzca al país hacia la sustentabilidad, combatiendo la contaminación tóxica de los ríos a través de una legislación que impida a la industria verter sustancias químicas peligrosas en los cuerpos de agua y vigilar su cumplimiento.
También pedirán que haga a un lado la dependencia al petróleo, los planes de explotación profunda de este hidrocarburo y permita que el país aproveche las energías limpias, como la solar, la eólica, geotérmica, fotovoltaica y pequeñas hidroeléctricas con justicia social, a fin de combatir el cambio climático.
El Rainbow Warrior (el Guerrero del Arcoíris) es un gran ejemplo de sustentabilidad: navega con el viento, no vierte tóxicos en el mar, aprovecha el calor que genera el motor para calentar agua a bordo, su pintura no daña el medio ambiente y transforma el agua, dando tratamiento biológico a las aguas residuales.
En Mazatlán tienen prevista una campaña que estimule el consumo responsable, invitando a defender el campo mexicano y garantizar comida sana para todo el país. Allí, Aquiles Chávez, uno de los chefs más reconocidos del país, cocinará a bordo del barco a fin de demostrar que es posible cocinar saludablemente sin recurrir a productos transgénicos. En Acapulco exigirán energías responsables.