El solitario final de Ian Bailey, ‘espantacuervos’ y presunto asesino

Ian Bailey, británico, presunto autor de la muerte brutal de la ciudadana francesa Sophie Toscan du Plantier, ha muerto de infarto a los 66 años en una calle de Bantry, una pequeña población del suroeste de la República de Irlanda. Vivía no lejos de allí, entre oscuras fantasías y penurias, en la mítica isla de Éire, cuando se produjo aquel asesinato cruel, un caso que describí en esta misma publicación.

Desde hace más de dos décadas y media, un drama sin resolver cruza el recuerdo de varios países y atraviesa tres fronteras europeas. El día anterior a la Nochebuena de 1996 fue brutalmente asesinada Sophie Toscan du Plantier en Toormore, una pequeña localidad rural aislada del condado de Cork (en Irlanda). Su cadáver fue encontrado muy cerca de una casa de su propiedad, adonde se retiraba de vez en cuando. Tenía entonces 39 años.

4_Sophie-Toscan-du-Plantier-1 El solitario final de Ian Bailey, 'espantacuervos' y presunto asesino

Bailey siempre negó ser el autor de uno de los crímenes más debatidos y mediáticos de Irlanda, Francia y el Reino Unido. Sin embargo, jamás existió indicio alguno que apuntara hacia ninguna otra persona como hipotética autora de la muerte de Sophie, de modo que Ian Bailey ha sido el permanente sospechoso –el único– en el transcurso de casi tres décadas.

Detenido dos veces, consiguió evitar la condena en Irlanda, lo mismo que su extradición a Francia, a pesar de que todas la pruebas lo señalaran y de que un tribunal parisino le condenara in absentia a veinticinco años de cárcel, que ya no cumplirá nunca.

Bailey fue un tipo raro, difícilmente empático, fabulador y mentiroso, pero inclinado a hablar cuando así lo requería su enorme ego. De manera contradictoria, colaboró incluso en entrevistas y documentales para hablar del asunto, demostrando saberlo casi todo, para terminar siempre negando ser el asesino que casi todos suponían –o sabían– que fue.

Ante distintos testigos, en privado, llegó a confesar ser el autor del asesinato de Sophie, pero se desdijo más tarde.

Se consideró y ejerció de artista, jardinero y poeta que intentaba vender sus poemas en mercadillos de pueblo. También trabajó en el periodismo como corresponsal local y pudo haberse perdido en la memoria colectiva, si no fuera porque el 23 de diciembre de 1996 –en vísperas de la Navidad– alguien encontró el cadáver de Sophie con decenas golpes de un objeto contundente, en las cercanías de los domicilios de ambos –eran vecinos– en Toormore (región de Cork, oeste de Irlanda). Un horrible crimen cometido durante la noche.

Las circunstancias excepcionales del caso, la personalidad de la víctima y la del marido de Sophie, Daniel Toscan du Plantier, famoso productor de cine francés, contribuyeron a la mediatización de esa historia siniestra, que luego se ha popularizado  –durante años– en las páginas de los diarios, en los medios audiovisuales y por medio de la producción de diversas series y documentales.

Ahora, la asociación de amigos y familiares de Sophie Toscan du Plantier ha señalado de nuevo que «Ian Bailey siempre evitó decir la verdad de un asesinato sobre el que, sin ninguna duda, él conocía todos los detalles».

Bailey era seguramente culpable, pero –según una fuente cercana– la policía actuó de manera incompetente en su primera aproximación al escenario del crimen. Lo desordenó todo y no supo aclarar bien los indicios, para después mezclar elementos distintos de la realidad y así encubrir su propia incompetencia.

La policía irlandesa terminó abriendo una nueva investigación que no ha concluido veintisiete años después del asesinato de Sophie.

Bailey siguió paseándose por la zona en la que vivió la mayor parte de su vida como un fantasma sombrío, abandonado por su última pareja (Jules Thomas) y distante de sus desconfiados vecinos que siempre creyeron tener indicios ciertos de su culpabilidad.

Cuando murió su madre en su país de origen (Inglaterra), no se atrevió a cruzar el mar de Irlanda para asistir al entierro por miedo a ser extraditado hacia París. Ahora él mismo ha sido incinerado en soledad, sin la asistencia de su propia hermana con quien mantuvo siempre el contacto.

En esta misma publicación traté de hacer un relato detallado de uno de los sucesos de página negra más debatidos en Europa occidental, refiriéndome al libro de un colega inglés, Nick Foster, autor de una investigación apasionante y minuciosa que duró seis años. Un texto que algunos compararon con A sangre fría, de Truman Capote.

Captura-de-pantalla-2024-01-29-a-las-19.20.20 El solitario final de Ian Bailey, 'espantacuervos' y presunto asesino

En esta ocasión, Nick Foster ha escrito en el diario Irish Mirror que –al menos– se siente «aliviado» porque en la última conversación telefónica que tuvo con Bailey le dijo de manera directa que sabía que él fue el asesino de Sophie Toscan du Plantier.

Para Nick, es importante habérselo dicho cuando Ian Bailey estaba aún vivo, imbuido de su ego más soberbio, y creía haber engañado para siempre al mundo entero.

En la penúltima reseña del recorrido de Ian Bailey, publicada estos días en el diario Irish Examiner, se ha recordado que en la vista pública de un juicio que tuvo lugar en 2014, un abogado trató de describir alguno de sus extraños empleos diciéndole que parecía haber trabajado también en los campos como una especie de espantapájaros caminante. Bailey respondió afirmativamente, porque le pareció una buena descripción de sí mismo. Ese espantajo, Ian Bailey, deja tras él detalles secretos que atesoraba de manera sombría desde la víspera de la Nochebuena de 1996.

Como el vuelo de los cuervos que volaron sobre él tiempo atrás, en la noche. Contra lo que pretendió durante toda su vida, nunca logró espantarlos del todo.

Paco Audije
Periodista. Fue colaborador del diario Hoy (Extremadura, España) en 1975/76. Trabajó en el Departamento Extranjero del Banco Hispano Americano (1972-1980). Hasta 1984, colaboró en varias publicaciones de información general. En Televisión Española (1984-2008), siete años como corresponsal en Francia. Cubrió la actualidad en diversos países europeos, así como varios conflictos internacionales (Argelia, Albania, Kosovo, India e Irlanda del Norte, sobre todo). En la Federación Internacional de Periodistas ha sido miembro del Presidium del Congreso de la FIP/IFJ (Moscú, 2007); Secretario General Adjunto (Bruselas, 2008-2010); consejero del Comité Director de la Federación Europea de Periodistas FEP/EFJ (2013-2016); y del Comité Ejecutivo de la FIP/IFJ (2010-2013 y 2016-2022). Doce años corresponsal del diario francófono belga "La Libre Belgique" (2010-2022).

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