La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) adoptó el miércoles 26 de octubre de 2016 una resolución que insta a poner fin al embargo estadounidense contra Cuba, votación en la que Washington se abstuvo por primera vez, informa Andes.
Se trató de la vigésimo quinta vez en que la Asamblea General aprueba la resolución presentada por Cuba, en esta ocasión con el voto a favor de 191 de los 193 países que la integran. Israel también se abstuvo.
«Estados Unidos siempre ha votado contra esta resolución. Hoy Estados Unidos se abstendrá», había anunciado poco antes la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Powers, haciendo estallar al recinto en un largo aplauso.
Powers admitió la condena abrumadora al bloqueo y el fracaso de esa política, y manifestó expectativas de que el cambio de posición en la Asamblea ayude en el mejoramiento de las relaciones bilaterales.
La iniciativa adoptada apela al respeto en el planeta a los principios y propósitos de la Carta de la ONU, que establecen la solución pacífica de controversias, la amistad y la cooperación entre los países, el respeto a la soberanía y la no injerencia en los asunto internos.
Asimismo refleja la preocupación por el componente extraterritorial del bloqueo -aplicado mediante la Ley Helms-Burton (1996)- el impacto de las sanciones en el pueblo cubano y su vigencia, pese al rechazo de la comunidad mundial.
El texto reconoce los progresos en las relaciones entre La Habana y Washington, la visita del presidente norteamericano, Barack Obama, a Cuba y su voluntad de trabajar por la eliminación del bloqueo, un asunto que pasa por el Congreso, al convertirse en ley en 1996 con la citada Helms-Burton.
En la segunda de sus dos páginas, la resolución insta a los países a abstenerse de promulgar medidas contrarias a la Carta de Naciones Unidas, y a abolirlas lo antes posible, en caso de ejecutarlas.
Power subrayó que «la política estadounidense de aislamiento a Cuba no ha funcionado (…) En lugar de aislar a Cuba (…) nuestra política ha aislado a Estados Unidos, incluso aquí, en la ONU».
La Asamblea General de la ONU se pronuncia cada año, desde 1992, sobre una resolución que denuncia el bloqueo económico a la isla, y hasta ahora, Estados Unidos siempre había votado en contra del texto, a veces secundado por Israel.
La abstención de Washington de esta ocasión está en línea con las llamadas del presidente Barack Obama al Congreso estadounidense -de mayoría opositora-, para levantar el embargo, en el marco de la normalización de las relaciones bilaterales.
Estados Unidos restableció las relaciones diplomáticas con Cuba en julio del año pasado, y Obama hizo una visita histórica a la isla en marzo.
Pero la decisión final de un restablecimiento completo de los lazos financieros y comerciales con Cuba necesita la aprobación del Congreso estadounidense.