El premio internacional Raif Badawi para periodistas valientes que defienden la libertad de expresión fue entregado el miércoles 19 de octubre de 2016 en la inauguración de la Feria del Libro de Frankfurt.
Esta segunda edición ha recaído en cuatro mujeres refugiadas, dos sirias, Haifa Ezzaz Ahmed de 29 años y Sozan Suliman, de 17 años, y dos iraquíes, Haneen Hassan de 19 años y Shadan Habibla de 30 años. Son responsables de un programa de radio multilingüe, en tres idiomas, realizado en el campo de refugiados Halabja en la zona del Kurdistán iraquí. Ninguna de las protagonistas premiadas pudo acudir siendo recogido por dos responsables de la emisora, Rangen Mahmoud y Hero Jaafar.
Las ganadoras han adquirido sus conocimientos periodísticos de forma autodidacta y cada una lleva una historia detrás: Haneen Hassan se escapó de la ciudad iraquí de Faluya cuando entró el Daesh, ahora ya liberada por el ejército, que la reconquistó el pasado mes de junio. Haifa Ezzaz Ahmed habla kurdo y escapó de la siria Kobane cuando se iniciaron los combates entre los kurdos y el Daesh. Por este motivo no tenía papeles cuando huyó y no le llegaron a tiempo para viajar a Alemania a recoger el premio. Por su parte, dos de los padres no permitieron viajar a sus hijas a recibir el galardón.
Las cuatro trabajan en la radio Dange Nwe, emitiendo todos los días de 8 a 12 horas estando ubicadas en el 88.6 de la FM. Está financiada por una ONG alemana. En su programa incluyen noticias de la región con el día a día de los refugiados, incluyendo atención médica, consejos de salud, conflictos entre hombres y mujeres, abordando los crímenes de honor y la mutilación genital. “Las mujeres tienen muchos más problemas que los hombres cuando huyen” señalan añadiendo que llegan a mucha gente dado el analfabetismo existente en la zona.
La zona que abarca el programa que emite desde Halabja, -localidad de 8000 habitantes de los que 3000 son refugiados- tiene una audiencia que alcanza Suleimaniya y Kirkuk, llegando incluso la provincia iraquí de Anbar y a zonas fronterizas de Irán.
Hay que recordar que en Irak existen dos millones de refugiados, tanto externos como la gran mayoría, internos, muchos de ellos se ubican en campos en la zona del Kurdistán iraquí, al noreste del país. «Somos refugiados, no hay libertad de expresión en Siria, Arabia Saudí y otros países de Oriente Próximo, queremos libertad de expresión, ser ciudadanos y no marionetas de una dictadura» mantienen.
La localidad de Halabja es un símbolo del genocidio kurdo en Irak por parte del régimen de Sadam Hussein que gaseó en marzo de 1988 la localidad, unas cinco mil personas, hombres, mujeres y niños fueron asesinadas. Hay un museo que recuerda este hecho.
Ensaf Haidar, la mujer del bloguero saudí que da nombre al premio Raif Badawi, entregó el galardón. El periodista turco Can Dudar que vive en el exilio, presente en el acto, señaló que la radio de los refugiados “llega a miles de ellos llevando la verdad a los oyentes”. Dudar es finalista del premio Sajarov de este año al igual que dos mujeres yazidíes iraquíes, víctimas del Daesh. El ganador, que tomará el testigo precisamente a Raif Badawi, premiado el año pasado, se dará a conocer por el Parlamento europeo el jueves 27 de octubre.
En la ceremonia de apertura se leyó una carta de la escritora turca Asli Erdigan, invitada a la Feria del Libro de Frankfurt en la edición de 2008 y que se encuentra actualmente en prisión acusada de “terrorismo” (su obra no está traducida al español). En Turquía actualmente hay 140 medios de comunicación cerrados, más de 130 periodistas y escritores encarcelados y 30 editoriales cerradas, entre ellas varias infantiles, cuyo único delito es editar en lengua kurda.
El premio Raif Badawi es apoyado por la Fundación Friedrich Naumann para la libertad, vinculado al Partido Liberal alemán (FPD) y por la Asociación del Libro. El periodista marroquí Ali Anouzla fue el primer ganador de este premio el año pasado.