El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, eludió pronunciarse sobre un posible pacto de gobierno con la coalición de izquierda Unidos Podemos tras las elecciones generales del 26 de junio, en el debate televisado celebrado el lunes 13 de junio de 2016 entre los cuatro principales candidatos a la presidencia del ejecutivo en España, informa Andes.
Sánchez evitó de esa manera responder a su par de Podemos, Pablo Iglesias, quien lo emplazó a aclarar con quién negociará luego de esos comicios, pero el secretario general del PSOE se limitó a reprochar a Iglesias el voto contrario a su investidura en marzo pasado, a raíz de la polémica alianza sellada por los socialistas con la agrupación de centroderecha Ciudadanos (C’s).
Precisamente, la falta de acuerdos entre las principales fuerzas políticas después de las generales del 20 de diciembre desembocó en esta nueva convocatoria a las urnas.
Una situación inédita en España, donde el conservador Partido Popular (PP), del jefe del Gobierno en funciones Mariano Rajoy, y el PSOE se alternaron indistintamente en el poder durante las pasadas tres décadas.
«El adversario es Rajoy, Pedro», advirtió Iglesias en varias ocasiones a Sánchez, quien, sin embargo, arremetió contra el máximo dirigente de la agrupación antiausteridad por impedir un ejecutivo encabezado por los socialistas con el apoyo de C’s, partido presidido por Albert Rivera y considerado afín al PP.
«Creo que se equivoca de adversario atacándonos a nosotros señor Sánchez», insistió el líder de Podemos, tras tenderle una vez más la mano al PSOE para conformar un gobierno progresista y desbancar a Rajoy.
«Creo que sus votantes y los nuestros querrían vernos juntos enfrentarnos a las políticas del bloque conservador, pero allá cada uno. Nosotros seguimos teniendo la mano tendida para formar un gobierno de coalición progresista», remarcó.
Pese a que el líder socialdemócrata lo acusó de bloquear su investidura, Iglesias se mostró todo el tiempo conciliador con él.
Aseguró que después del 26 de junio no habrá mayorías absolutas, por lo que los socialistas deberán elegir entre un pacto con el PP o con Unidos Podemos.
Todos los sondeos publicados en el último mes vaticinan que esa alianza de agrupaciones de izquierda se ubicará en segundo lugar tras el 26-J, relegando al PSOE a la tercera posición y pisándole los talones al PP, que volverá a ser la fuerza más votada.
El centroderechista C’s ocuparía el cuarto puesto en la venidera cita con las urnas, luego de la cual serán necesarios pactos postelectorales para formar gobierno, ya que ningún partido obtendría los votos suficientes para gobernar en solitario, según las propias encuestas.
En opinión de analistas, el debate de este lunes, que se extendió hasta pasada la medianoche, no estuvo a la altura de la expectación, ni pareció arrojar grandes novedades al desasosiego de los indecisos, estimados en un 30 por ciento del electorado.