Ecuador, que evoca la línea Ecuatorial del planeta, ofrece una variada geografía que comprende los Andes, la Amazonia y la Costa del Pacífico. Es la séptima economía de Latinoamérica, y es tierra de volcanes y de culturas indígenas.
El arte ecuatoriano tiene larga tradición, se destaca por su famosa “Escuela de Quito”, pintura barroca que influye en el continente. En el siglo XX aparece el movimiento muralista con el gran pintor Oswaldo Guayasamín y se crea la Bienal de Arte de Cuenca, que estimula el arte moderno. La vertiente indigenista se expresa a través del pintor Endara Crow y esta tradición pictórica primitivista la continua Julio Chuquimarca, con sus hijos David y Felipe. El taller familiar aborda distintos temas, según la herencia quechua de sus antepasados, con un estilo entre “Realismo Mágico” y “Primitivo-Naif”. La pintura de Chuquimarca exalta la naturaleza ecuatoriana, la selva, sus pájaros, los colores desde la perspectiva estética del alma indígena.
Nos encontramos con el maestro Chuquimarca, mientras preparaba su exhibición para el Festival de Cine y Arte Argentino Latino de la Universidad Nova, en Miami. Conversar con el artista fue un honor por revelarnos visiones profundas de la naturaleza y su concepto especial del arte. Aquí está su testimonio.
Julio Chuquimarca: Yo veía a mi abuelito, mi abuelito trabajaba con caucho natural, el caucho suelta su savia, lo poníamos en unas vasijas que se cocinan y con eso se prepara el lienzo, se hacían las vestiduras de los lienzos, y así empezamos a conocer el lienzo y los colores. Fuimos evolucionando poco a poco en el color y la forma. El arte es parte de nuestra vida.
Adriana Bianco: Como seleccionan los temas, como crea su cuadro…
JCH: Los pensamos con mis hijos, con Felipe y David, preparamos los lienzos y conversamos sobre los materiales, colores y formas. Pero la inspiración es Dios. Seguimos ese camino espiritual. Luego tratamos de expresar la naturaleza, las montañas, los mares, los árboles a través de la pintura, según lo vemos y lo sentimos.
Yo soy de Quito, vivimos hacia las afueras de la ciudad, en el campo. Somos indígenas. Mi nombre Chuquimarca, significa tierra caliente, somos indígenas de los Quitucara, Quito, Ecuador;, somos descendientes de los quechuas y hablamos quechua. Mis antepasados eran indígenas puros y nosotros somos descendientes de ellos, por eso amamos la naturaleza, los ríos, las especies, y por ende la mariposa, al colibrí, los amamos y queremos plasmarlo en el lienzo, para que otras personas vean los bello que Dios ha hecho.
AB: Maestro, usted me habló de un árbol en el Amazonas que antes de morir deja salir su miel …
JCH: Si, es un árbol milenario y lo llamamos el “árbol de miel”, él crece, se hace frondoso pero llega un momento en que bota todas sus hojas porque ya llega el final de su tiempo de existir y entonces desde el tronco y las ramas peladas emana una miel que le brota de su corteza. Todas las especies, abejitas, mariposas, colibries viene a alimentarse de su último existir, hasta morir. Vendrán otros que harán el mismo ciclo de vida. Ése es su último propósito: dar alimento y vida a las aves y especies antes de morir.
AB: Hay muchas leyendas indígenas sobre los árboles…
JCH: Para nosotros el árbol se asemeja al hombre, tiene raíces, se afirma, se comunica, se ayudan los árboles entre sí, se hermanan y se aman. El árbol es vida. Tiene brazos para abrazar y proteger, tiene ramas para cobijar, tiene frutos, te ama y es tu hermano, cuando lo abrazas sientes su energía. Para nosotros, la naturaleza nos cura. Somos seres espirituales que necesitamos ser cubiertos de esa hermosura de la naturaleza. La naturaleza esta repleta de medicina, nosotros los indígenas tenemos los cerros donde cogemos las medicinas, las hierbas para curarnos, ungüentos, aguas, tés, desde muy antes hasta hoy. Cuidamos de nuestras plantas y medicinas, cuidamos nuestra tradición porque nos ayuda a vivir, hemos perdido mucho de nuestra tradición pero hay quienes la conservamos y cuidamos. Muchos se fueron, se llevaron el conocimiento; los que quedamos estamos para cuidar ese conocimiento y pasarlo.
AB: En ese mundo natural, ¿qué significa la pintura?
JCH: Para nosotros la pintura es una sanación estamos convencidos que lo que botamos a través del pincel y los colores sanan el alma y es un alimento para el espíritu. Poder presentar un colibrí, una mariposa, es un símbolo que va a transformar el sentir cuando alguien lo contemple. Nuestra idea es trasmitir lo hermoso que hizo Dios a través de los colores…los azules, verdes, amarillos…
AB: Maestro, ha estado en la Amazonia…
JCH: Sí claro, allí hemos estado, hemos estado y visto los árboles, las mariposas, los colibríes y otros animales. La Mariposa da una enseñanza increíble, primero un gusanito, una larvita y luego sale su hermosura, es como el alma del ser humano. La mariposa deja su cuerpo y sale en vuelo, es una enseñanza. Nosotros estamos en la protección de la naturaleza, donde vivimos cuidamos la naturaleza, los animalitos, no está permitido cazar, nosotros cuidamos a la naturaleza.
AB: Quito está rodeado de montañas, son parte del gran paisaje… ¿Qué es para ustedes la montaña?
JCH: La montaña es una fuente de energía, es nuestra Pachamama, nuestra mamá, Dios, creador, nos dio la tierra para que la cuidemos…la sintamos
AB: He visto algunos cuadros donde aparece el mar, aunque ustedes son indígenas del cerro…
JCH: Tenemos las playas a cinco horas, y con los indígenas del mar nos comunicamos. Culturalmente intercambiamos los productos de la sierra con los de la costa. Nosotros les damos papas, choclos, lentejas, ellos nos mandan peces, naranjas, café, cacao, conchas, intercambiamos productos. Tenemos un mercado muy grande y vamos llevando las bananas, las papayas, los frutos y recibimos los pescados de las costa, siempre estamos comunicados, desde muy antes. Antes teníamos los chasquis que corrían llevando y trayendo información y cosas, tenían caminos diseñados y allá iban, eran muy atletas, iban de la sierra a la costa, esos eran los tiempos indigenistas. Mantenemos esa historia a través de los mercados, eso nos une, intercambiamos cosas. Nos comunicamos y nos necesitamos.
AB: En Ecuador, la tradición indígena mantiene sus ropas, tejidos muy bonitos…
JCH: Sí, nuestros antepasados lo hacían y seguimos con los telares, con el capullo, con la lana de las ovejas. Nosotros en nuestras pinturas utilizamos pigmentos naturales, que también tiñen las lanas. Son colores que no se logran quimicamente, solo se encuentran en la naturaleza. Mi esposa teje cestos a la mano, ya lo sabemos de nuestra cultura antes. Tejemos, hacemos con arcilla, barro, cerámicas, éso es natural en nuestra cultura.
AB: ¿Cómo vive su comunidad?
JCH: Somos nativos del monte, nos conocemos todos en nuestra comunidad. Yo soy de la comunidad de Villalo, de un cerro de allí, tengo un terreno y lo cuido, no cortamos los árboles, los sembramos, son especies que ya no van exisistiendo. Nuestra tierra es como un santuario para nosotros. Nuestros árboles son los dormitorios de los pajaritos, vienen a dormir. Hay mucho colibrí y los pintamos, ellos, se acercan hasta la mano. Les ponemos agüita y ellos se acercan.
AB: Yo recuerdo que estuve en Otavalo, un pueblo maravilloso donde hay muchos artesanos, me emocionó mucho estar con ellos…
JCH: Otavalo conserva mucho sus tradiciones, nosotros descendemos de esa misma cultura. La ropa que ellos usan, la usábamos nosotros antes. La ropa era: el lienzo blanco, camisa, sombrero y alpargata. Nosotros no mantenemos las ropas pero tenemos muchas fiestas tradicionales: la Fiesta de San Pedro, San Juan, tenemos fiesta a Pachamama, al Sol, el Inti, el Solisticio, hacemos fiesta y allí es donde la comunidad trae comida, compartimos de todos los lugares, yo tengo frijol, tu papa, tu carne, yo pescado y compartimos una megamesa y agradecemos a Pachamama, a Dios, por todo lo bueno que la tierra ha producido, cada año se hace esta fiesta y cada año hay comida.
AB: Maestro, su pintura tiene mucho éxito, ya se conoce internacionalmente.
JCH: Hacemos un trabajo original, de nosotros, con todo el amor que nos caracteriza. Nos gustaría que otros países nos conozcan, sepan de nuestra cultura, de nuestra naturaleza, del colibrí, nuestras aves, nuestros árboles, intercambiar con otros países nuestra historia y que conozcan Ecuador.
Yo trabajo con mis dos hijos: David y Felipe, tenemos un taller hermoso y fuimos desarrollando la pintura. Mi casa esta llena de árboles, de aves, pajaritos, es un taller hermoso. También trabajamos la cerámica.
Ecuador tiene muchos pintores, Guayasamín, yo lo conocí, él era famoso en el mundo.
Hemos pintado en Ecuador un mural de 125 metros cuadrados en el Instituto Superior, es una obra importante. Hemos pintado varios murales en Ecuador y nos gusta hacerlos. También tenemos obra en el Museo de Sucre, y en el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá, allí hemos expuesto en galerías de arte. Yo estuve con mis amigos kunas, de Panamá, ellos hacen muy bonitos trabajos. Hemos participado en Bienales y hemos ganado concursos y ahora la presentación en Miami, nos llena de satifacción y la agradecemos. Si nos dan una pared en Miami, le pintamos un árbol de Ecuador con las mariposas y los colibríes, para que quede la huella de Ecuador.
El muralismo es histórico y nos gusta hacer murales. Nació en México con Siqueiros, Orozco, Rivera. En Panamá, mi amigo Palomino. Guayasamín, en Ecuador, era también mi amigo, había un grupo de grandes maestros, ya no están, me dieron buenos consejos.
Nosotros llevamos en nosotros parte de la energía creadora del universo y el arte es parte de esa creación. Por lo tanto, tenemos algo de la habilidad creadora que viene del universo y expresarla en la pintura es sanación y comunicación.