En un comunicado hecho público días atrás, Europa Leica denuncia como un «dispararte ancestral» los indultos religiosos a solicitud de las cofradías católicas, lo que considera una grave vulneración de la no confesionalidad del Estado que proclama la Constitución Española de 1978.
«Una año más y sin que ninguna ley obligue a ello», sostiene Europa Laica, «el Gobierno ha concedido la ‘prerrogativa de gracia’ a presos, a solicitud de cofradías y hermandades católicas». Se trata, según esta organización, de una “costumbre” ancestral y confesional que han seguido cada año todos los Gobiernos de la democracia, «sin tener en cuenta la vulneración de, al menos, tres principios constitucionales».
Este año han sido 19 los indultados a petición de, por ejemplo, la hermandad de Jesús Cautivo de Oviedo, la cofradía del Cristo de la Buena Muerte de Valencia o la hermandad de nuestra señora del Rosario Doloroso de Sevilla…entre otras. Los indultos concedidos en la festividad católica de la “semana santa” favorecen a presos con delitos menores, que luego “participan” en las procesiones de las cofradías y hermandades que han solicitado la medida de gracia a su favor, vulnerando el “derecho a la libertad de conciencia”.
Estos indultos privilegian a los devotos y a las entidades de una determinada doctrina religiosa (la católica) que, con ello, gozan de unos “derechos” diferentes al resto de la ciudadanía. Principio constitucional que se vulnera: “Todos somos iguales ante la ley”.
El Observatorio de la Laicidad, con sede en Granada, recuerda cada año que estas medidas de gracia «responden” a privilegios otorgados, que vienen del siglo XVIII durante el Antiguo Régimen. Este privilegio por el que se otorga a entidades religiosas esta posibilidad, con independencia de la tramitación legal que regula el indulto, a la vez que lo consideramos un disparate político y jurídico, no respeta la neutralidad del Estado en materia religiosa: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal”.
Está bien que Europa Laica se exprese al respecto. Bajo el mismo predicamento, los gobiernos y el estado, deberían, entonces, acoger las peticiones en igual sentido de otras religiones cristianas, de cualquier otra religión estructurada y formal reconocida, de instituciones humanitarias y de libre pensamiento, u otras que demuestren un sentido de redención religiosa o social, para las fechas solemnes que les son altamente significativas y que estimen.
Asimismo, respecto a la posterior presencia de los indultados en procesiones y actos religiosos relevantes de Semana Santa, me viene a la memoria el libro «Publicidad», de la chilena Mónica Herrera, donde señala a la Iglesia (también al nazismo y al marxismo leninismo de la revolución rusa) como pionera de la propaganda en la historia de esta actividad humana. La Iglesia contribuyó algo así como con el «boato solemne» para impactar al público creyente y no creyente con su mensaje; el marxismo leninismo con el concepto y consideración de las masas como sujeto y objeto de propaganda y acción; y el nazismo incorporó los actos impresionantes y de «espectáculo» político para impresionar y conquistar los espíritus ciudadanos. «El que esté…