Llevamos un año duro y ciertamente el dolor de las pérdidas (salud, laboral, familiar…) hay que afrontarlo, asumirlo y superarlo, es cuestión de tiempo y voluntad para seguir adelante con nuestra vida, y hacer todo lo que esté en nuestras manos para devolvernos el bienestar psicológico alterado; además el Estado también está para rescatar a los ciudadanos y ciudadanas a no ser que esté arruinado, o sea selectivo según enchufismos, gustos u otros factores de la idiosincrasia y proceder del poder, que desconocemos.
A pesar de todas las vivencias que hemos soportado este año y las pérdidas que hemos sufrido, hay algo con lo que podemos contar, y es con nuestra capacidad para sonreír y reír, junto con nuestro sentido del humor que está directamente relacionado con nuestra capacidad crítica.
La pandemia Covid-19 nos ha cambiado la vida pero, si nos detenemos en nosotros y nosotras mismas y recordamos qué nos hace sonreír y reír, preparamos nuestra memoria para ese estado más alegre, si además buscamos películas, chistes, programas humorísticos… que nos han hecho reír, si sumamos una llamada a personas amigas que nos potencian el sentido del humor y encima nos cuentan un chiste… y si ya nos piden que les contemos uno y lo intentamos, estaremos jugando con el lenguaje, lanzándonos a interpretar un personaje… por un momento desarrollaremos nuestra creatividad (lo cual ya es de nota)
De esta forma podemos regalarnos un estado emocional alegre, beneficioso para nuestro cuerpo, nuestra mente y las personas que nos rodean, si este año no lo hacemos físicamente, lo podemos intentar vía telefónica, online…
ME GUSTARÍA VIVIR EN UN MUNDO SIN FANATISMO
Por hilarante agitador,
con interés crítico,
y gran sentido del humor.